¿Sera Bélgica la gran oportunidad para Breen?
Podría ser el Renties Ypres Rallye de Bélgica de esta semana (13-15 de agosto) la prueba en la que Craig Breen consiga finalmente su primera victoria en el WRC? No ve por qué no.
Breen ganó la prueba la última vez que se disputó en 2019, pero es muy consciente de que vencer a un frente a una alta competencia de Rally2, no es comparable que lograrlo contra los mejores en la octava cita del WRC.
«Esta semana será una carrera completamente diferente a la de 2019», dijo el piloto del Hyundai i20 World Rally Car. «Aquí es donde están los grandes y están preparados para ir a por todas.
«La experiencia siempre es algo bueno y habiendo estado aquí unas cuantas veces, tengo una buena idea de lo que viene. Es una sensación agradable volver después de la victoria de la última vez y sería un sueño repetir ese resultado».
«¿Puedo hacerlo? ¿Por qué no? Creo que podemos pelear. Depende de lo rápido que pueda intuir la prueba. Tengo un día para descubrirlo todo y estar a la altura, pero no hay razón para que no podamos».
Nacido y criado en el semillero irlandés de los rallyes de asfalto, Breen está encantado de ver otro rallye de asfalto en la lista, especialmente uno tan bueno como el belga, que hace su primera aparición en el WRC.
«Ypres es un gran rallye», comenta Breen. «Y es un evento al que tengo muchas ganas después del buen resultado en Estonia (segundo en la general).
«Thierry [Neuville] también tiene experiencia en Ypres, incluso con el World Rally Car. Espero poder encontrar rápidamente mi confianza e intuición con el coche.
«Los tramos son muy específicos en Bélgica y son realmente diferentes a cualquier otro rallye de asfalto. Son carreteras llanas, muy rápidas e interrumpidas por cruces en ángulo recto.
«Además, los recortes son muy especiales. En Irlanda, los tramos son más finos y tenemos más diferencias de altitud. Pero Ypres es Ypres, nada es comparable».
La victoria en Bélgica convertiría a Breen en el segundo ganador consecutivo por primera vez del WRC, siguiendo en las huellas del éxito de Kalle Rovanperä en Estonia.
