La propuesta artística de la cineasta Paula Markovitch en agosto en Cineteca Nacional

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Paula Markovitch es una de las voces más contestatarias, arriesgadas, experimentales y poco convencionales del cine latinoamericano actual. Su búsqueda se ha centrado en el retrato del “momento vivo”, ya sea a través de la improvisación y el trabajo con actores no profesionales, como en la libertad en los movimientos de cámara: una cámara que imita la frescura de una pincelada.

En sus películas, la línea entre la ficción y lo real es muy difusa al punto de que el espectador se cuestione sobre lo que considera “real”.  Se trata de una autora que construye personajes multifacéticos, y en cuanto a la puesta en escena encuentra la belleza en la simplicidad del azar.

Parte de su obra se exhibirá cada jueves de agosto, a partir del jueves 10 en el marco del ciclo Conversando con nuestros cineastas en la Cineteca Nacional, donde los asistentes podrán sumergirse en la propuesta de una artista fiel a sí misma, a su la libertad creativa, a su postura crítica acerca del estado del cine latinoamericano actual, en el que muchas veces se retrata la miseria, la violencia y la sordidez, desde el prejuicio y el privilegio.

El cine de Paula Markovitch es un cine descolonizado, un cine de experimentación, de ruptura, de personajes memorables, que a pesar de padecer condiciones adversas, son poderosos:  se tienen a sí mismos.

LAS PELÍCULAS

Su ópera prima, El premio (México-Francia-Alemania-Polonia, 2011), ganadora del Oso de Plata en la Berlinale en 2011, así como del Ariel a Mejor Película, Guión y Edición en 2013, será el filme de apertura. Basada en sus propias memorias y experiencias de la infancia durante la Dictadura argentina, El premio narra la complejidad emocional de una niña, cuyo padre está en calidad de desaparecido y que vive oculta con su madre en un poblado de la costa, donde se ve obligada a mentir para mantener el anonimato de su familia en tiempos tan convulsos y terribles.

A este filme, le seguirá El actor principal (México, 2019), el jueves 17, donde Markovitch retrata el contraste abismal que experimenta un joven de Iztapalapa cuando participa como “no actor” en una película de arte y es invitado a Berlín a presentarla en la Berlinale. Una vez allí, se siente como pez fuera del agua hasta que conoce a Azra, una mujer de Albania que trabaja en la limpieza del hotel de lujo donde él se hospeda, marcada por una misteriosa cicatriz. Ambos establecerán un vínculo muy intenso que los llevará a desentrañar sus más extraños secretos.

El jueves 24 se presentará Cuadros en la oscuridad (Argentina-Mexico-Alemania, 2017), en el que Paula nos lleva a emprender un viaje sensorial por el mundo del arte, sus evocaciones y posibilidades, a través de una historia que gira en torno a Marcos, un pintor marginal que nunca ha podido exhibir sus obras y a Luis un joven ladrón de 13 años que irrumpe en casa de Marcos para robar y lo que ve le cambia la vida: las pinturas palpitantes y misteriosas le enseñarán a ver de otra manera el mundo.

EL LIBRO: CACERÍAS IMAGINARIAS

Finalmente, el jueves 31, culminará este ciclo con la presentación del libro “Cacerías imaginarias”, editado por la Escuela Superior de Cine, ESCINE, en 2022. Adentrarse en las “Cacerías imaginarias”, de Paula Markovitch, significa ingresar a su universo, profundo y personal, y al mismo tiempo transgresor y crítico.

Allí el lector encontrará tanto vivencias de infancia y juventud como también un manifiesto sobre el poder de las imágenes, del relato y el lenguaje.

Cabe mencionar que Paula Markovitch es, además de directora, una notable escritora. Entre las películas que ha escrito se encuentran Sin remitente, Temporada de patos, Lake Tahoe y recientemente La caja. También ha publicado el libro de relatos “El Monstruo”.

 

ÁNGELES: LA NUEVA PELÍCULA

Asimismo, Paula Markovitch ha terminado su cuarto largometraje, Ángeles (México-Argentina, 2023), una obra que dialoga con su ópera prima El premio, al ser protagonizada nuevamente por niñas:  la infancia con su desenfado y su poder transgresor. Miradas nuevas que ven el mundo por primera vez.

Dos niñas venden caramelos y mantienen una conexión especial con David, quien cuida un estacionamiento. El entorno es hostil, los afecta, los atraviesa, pero no los define.

Según palabras de Markovitch “se suele retratar a los pobres como tristes o malos: es decir, la perspectiva del privilegio. La alegría, en cambio, es revolucionaria”.

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