Manuel Gómez Morin un artífice de instituciones
Lorena Pérez Hernández.
Historiadora
Tlatilco, Ciudad de México, enero de 2021. Manuel Gómez Morin fue más que el fundador del Partido Acción Nacional. Hablar de Gómez Morin es hablar de uno de los artífices de la arquitectura institucional revolucionaria, el PAN fue su último proyecto.
Nació en Batopilas, Chihuahua en 1897. En 1913, llegó a la Ciudad de México para terminar el bachillerato en la Escuela Nacional Preparatoria y dos años después iniciar la carrera de abogado en la Escuela de Jurisprudencia de la entonces Universidad Nacional de México. Centros escolares en donde conoció a los llamados Siete Sabios, amistad que despertó la inquietud por la cultura y la política. La llamada Generación de 1915, bautizada así por Gómez Morin, hornada responsable de la construcción del andamiaje institucional sobre el que se levantó el proyecto político-ideológico de la Revolución mexicana.
A sus escasos 22 años de edad, Gómez Morin ingresó al servicio público como secretario particular del general Salvador Alvarado, entonces titular de la Secretaría de Hacienda. En pocos meses, pasó de ser nombrado Oficial Mayor a subsecretario de esa dependencia. En menos de un año, el batopilense fue designado Agente Financiero de México en Nueva York para negociar con los banqueros y petroleros extranjeros. En 1922, fue nombrado Director de la Escuela de Jurisprudencia, oportunidad que aprovecho para introducir cambios significativos tanto en materia administrativa como educativa.
Cuando Alberto J. Pani, secretario de Hacienda invitó a Gómez Morin a colaborar con él, el joven abogado ya había redactado la primera Ley del Impuesto sobre la Renta. A partir de este momento, comenzó su trabajo más intenso y productivo en la construcción de marcos jurídicos que normarían y regularían por mucho tiempo los sistemas fiscal, bancario y financiero del país. Manuel alcanzó sus mayores logros institucionales con la creación del Banco de México (1925) y del Banco de Crédito Agrícola (1926). El rumbo que tomó la revolución hecha gobierno, lo decepcionó, razón por la que puso distancia con la élite gobernante, pero ello no significó que cuando se le requirió siempre aceptó colaborar. El año de 1929, fue un punto de inflexión en la historia política de México. Años atrás, Gómez Morin propuso a José Vasconcelos formar un partido político permanente para renovar la vida pública, pero el fundador de la Secretaría de Educación Pública no aceptó.
Los años treinta se caracterizaron por el enfrentamiento político-ideológico y México no fue la excepción. En 1933, en medio de una crisis institucional, Gómez Morin fue nombrado rector de la Universidad Nacional Autónoma de México. Durante el año que duró su gestión, emprendió la tarea de organizarla financiera, administrativa y académicamente. No obstante, las acciones realizadas no fueron suficientes para resolver los problemas económicos y mucho menos mantener fuera de la institución de las pugnas política-ideológicas de la época. Cinco años después, Gómez Morin convocó a la ciudadanía a formar esa agrupación política que había propuesto a Vasconcelos. En la correspondencia entre Gómez Morin y Vasconcelos está contenida esta idea, que daría vida a la fundación del Partido Acción Nacional, convocatoria que traería de todos los rumbos del país aquellos mexicanos dispuestos a rehabilitar moralmente el quehacer político de México. Gómez Morin murió en la ciudad de México en 1972.
Fotos cortesía: Alejandra Gómez Morin Fuentes, Directora del Centro Cultural MGM (ITAM)