Venom: El Último Baile: Una “despedida” a lo grande
Por Aide Ortega
Uno de los puntos fuertes de Marvel definitivamente es su diversidad de personajes, desde los serios y determinados, a los que son más divertidos e irreverentes, dando la oportunidad al público de elegir uno para ver en cada ocasión.
Y justo ahora, después de unos meses del estreno de Deadpool Y Wolverine (Disney Marvel), otro de los «‘anti héroes» más descarados vuelve a la pantalla grande para despedirse con una última aventura, Venom: El Último Baile, parte final de una trilogía que da a conocer la historia entre Eddie Brock y el simbionte favorito de todos, Venom.
En está entrega acompañamos al dúo en un recorrido de México a Nevada con el unico objetivo de sobrevivir, todo a partir de que una malvada deidad llamada Knull enviará a un ejército de Xenófogas a destruir a todos los simbiontes, excepto a uno, el poseedor del Codex, Venom. La trama es la típica cacería del gato y el ratón, donde los únicos resultados pueden ser el desenlace, o el inicio, de una nueva historia.
Algunos puntos que no hay que dejar pasar son:
→ Está repleta de momentos que no aportan prácticamente nada a la trama, excepto minutos extras, a una película que de por sí es extensa.
→ No hay cameos ni referencias directas a otros héroes, o villanos, está cien por ciento enfocada en darle un «final épico» a uno de los dúos más memorables de los cómics.
→ Cuenta con 2 postcreditos, los cuales podrían ser la única opción viable, para hilar Venom: El Último Baile con cualquier futura cinta o Universo de Marvel.
Finalmente, como pasa en la mayoría de estas obras, no podemos esperar mucho, más allá del hecho de fungir como escape y entretenimiento.