Conoce el universo de Rius en sus libros
El maestro Rius, Eduardo del Río, nacido en Zamora, Michoacán el 20 de junio de 1934, fue uno de los caricaturistas más importantes de México, dejó huella en la historia del periodismo mexicano en su larga trayectoria de más de 60 años, quien con humor, ironía y sátira compartió sus reflexiones sobre la política y el mundo.
Autor de más de una centena de obras, todas ilustradas y escritas a mano, en estas abarcó tópicos de política, vegetarianismo y religión.
¿Sería católico Jesucristo? (DeBolsillo)
Creador de Los Agachados, Mis Supermachos y más de un centenar de libros publicados, Rius, el gran monero mexicano, ocupó un lugar clave en la historia de la cultura popular.
Luego de asestarle está documentada perorata al estilo monero, el maestro Rius se atrevió a hacerle una petición a tan distinguido interlocutor: «¡Jesús, Sálvanos de la Iglesia!». En ¿Sería católico Jesucristo? (DeBolsillo, 2019), el mismísimo Jesús se sienta a charlar con Rius acerca de las atrocidades que cometen todos los días quienes se dicen sus representantes.
Este libro le incluye la vida y milagros de los bienaventurados Marcial Maciel, Girolamo Prigione, Norberto Rivera, Juan Sandoval Íñiguez, Onésimo Cepeda y demás transas, abusadores sexuales, pederastas y similares de la santa madre de iglesia. Ante la evidencia de actos ilícitos por parte de sacerdotes católicos, Rius se pregunta si la iglesia a la que representan ha dejado de ser católica.
Para el polémico y mordaz caricaturista Eduardo del Río, “Rius” (Zamora, Michoacán, 1934-Tepoztlán, Morelos, 2017), no estaban perdidas las ovejas, sino los pastores. Con esta frase tajante inicia su denuncia grafica-humorística en el libro “¿Sería católico Jesucristo?”, volumen en el que Rius charla con un distinguido interlocutor, Jesús, dando cuenta de las innumerables cadenas de crímenes y abusos cometidos por la Iglesia católica, desde su fundación por el emperador Constantino en el año 325 de nuestra era hasta la actualidad.
En este diálogo hipotético con el fundador del cristianismo, el reconocido caricaturista se hace acompañar de las ilustraciones de otros colegas no menos ácidos que él, como Helguera, Rocha, El Fisgón, Hernández y Palomo, entre otros.
Rius va más a fondo y considera una transgresión a los derechos humanos la “imposición” del bautizo como requisito indispensable para pertenecer a la comunidad católica, “otro invento de los jerarcas de la iglesia en cuestión”. Eduardo del Río interpreta en su obra la respuesta que el propio Jesús pudiera haber ofrecido a la pregunta expresa sobre su “filiación religiosa”: “¡Ni madres!”.
¿Cuándo se empezó a Xoder a Méjico? (Grijalbo)
Ármese de valor, lector, y averigüe cuándo se empezó a xoder Méjico echándose un clavado en las páginas memorables de quien fue el creador de Los Agachados, Mis Supermachos y El Chamuco.
No, Méjico no se xodió desde la caída de Tenochtitlán, ni cuando los gringos se robaron la mitad de su territorio… fue en un sexenio más cercano. En ¿Cuándo se empezó a Xoder a Méjico? (Grijalbo, 2017), descubra cual era la verdad del maestro Rius, realizado en su estilo más puro: diseño original totalmente dibujado, texto escrito a mano, collage con base en su increíble archivo de grabados, así como caricaturas propias y de grandes maestros mexicanos del género.
Gráficamente es el marco perfecto para el tema crucial que aborda y comienza con el planteamiento de una pregunta de muy difícil respuesta: ¿cuál ha sido el peor presidente que hemos tenido en México?
Como demuestra el maestro autor, la competencia para tal distinción está muy reñida. Con tal motivo, propone que se haga un referéndum para que la gente decida quién ha sido el más entreguista, el más ratero o el más baboso.
Pero como en este país nunca se podrá llevar a cabo este referéndum (ni ningún otro), Rius mejor decide intervenir y hace la proclama, al grado de que a dicho presidente lo hace responsable de que México se haya echado a perder desde su gestión. Y el proceso de descomposición sigue en caída libre.
Pero no revelaremos de ninguna manera de qué sexenio se trata, ni mucho menos el nombre del presidente en cuestión, porque a su manera éste también es un libro de suspenso.