Vigila el crecimiento de tus hijos
En pandemia la atención de la sociedad se ha centrado en gran medida en una sola enfermedad, el Covid-19, ha robado los reflectores a otras afectaciones que desafortunadamente siguen complicando la vida de la sociedad mexicana.
El aislamiento, el temor en acudir al médico, la mala información, el desdén y descuido, son factores que también entran en juego para formar un círculo vicioso que termina por afectar la salud.
Entre los más afectados son los pequeño de la casa, debido a la emergencia sanitaria su estilo de vida se vio completamente alterado y las consecuencias, en el mejor de los casos, se podrá detectar en el mediano plazo.
En la actualidad y a pesar de que los padres en teoría pasan más tiempo a lado de sus hijos, esto para quienes realizan home office, la atención hacia los pequeños se ha difuminado y se visualizan diversas justificaciones para “resolver” los problemas de salud de manera superficial.
El encierro cambió la rutina de vigilancia y un aspecto que se debe tomar muy en cuenta es el crecimiento que los niños deben tener desde que salen del vientre de la mamá.
En entrevista el Doctor José Mario Molina, endocrinólogo del Hospital Infantil de México, señala que el patrón de crecimiento de un niño es una señal importante de su salud en general, y la atención hacia éste debe ser primordial en todo momento.
Uno de los padecimientos que puede afectar a los niños y que se podría detectar al ver una alteración en el crecimiento, es la deficiencia primaria grave de IGF-1, una enfermedad catalogada como rara que afecta a un niño entre un millón, pero que debe ser atendida de manera integral no importando la incidencia.
El especialista señala que hay más de 200 condiciones que afectan el crecimiento de los pequeños. “Hemos visto tallas bajas, esto por condiciones que también están vinculadas con la alimentación, trastornos del sueño, la falta de actividad física y esto debido a la pandemia, pero también existen otras causas, entre ellas está la mencionada deficiencia primaria grave de IGF-1, condición autosómica recesiva, que se caracteriza por un retraso severo en el crecimiento de los niños”.
Quien la padece presenta la afección genética cuando hereda dos copias de un gen mutado «cambiado», una del padre y otra de la madre ; teniendo como resultado niveles bajos del factor de crecimiento insulínico tipo 1 o IGF-1 (hormona que se produce en el higado), lo que da como resultado un retraso en el crecimiento.
Protuberancia frontal, voz aguda, hipoplasia de la cara media y puente nasal, escleróticas azules, cabello escaso e hipoglucemia, son algunas características clínicas y metabólicas que presentan quienes tienen deficiencia primaria grave de IGF-1.
El Doctor Molina comenta que antes los padres podrían ver esos cambios de crecimiento en los niños en la escuela, cuando los formaban y veían en qué parte los colocaban, comparando así si estaban entre los más pequeñitos o en los grandes, pero ahora con la pandemia, eso se ha perdido como referencia ya que en las clases virtuales no hay tal posibilidad de cotejar parámetros, pero hoy los padre pueden checar eso con métodos muy simples como el ver el cambio de ropa, “Si los padres no ven que hay un constante cambio en la talla de la ropa, así como en el calzado se puede tener un problema de crecimiento alterado. Es importante que los papás lleven un registro del crecimiento”.
El especialista recalca que al percatar cualquier cambio en el desarrollo, los padres deben visitar al profesional de la salud para descartar cualquier complicación o dar un diagnostico.
“Los papás deben acudir a revisiones periódicas e integrales con el pediatra o médico tratante, a fin de determinar si el niño o adolescente requiere un estudio para evaluar su desarrollo, y valorar si es acorde a las curvas de crecimiento según su edad y sexo”.
“Es una enfermedad que puede tener un origen congénito, esto quieres decir que nacemos con él y que se debe a un problema genético y hay también deficiencias que son secundarias a otros problemas o enfermedades sistémicas,
“Sí se cuenta afortunadamente con un medicamento que se aplica de manera diaria, que se aplica como si fueran vacunas, una vez por la mañana y otra por la tarde, y esto mejora el pronóstico de estatura de manera importante y todos los cambios metabólicos que conlleva de este IGF-1, antes no se tenía acceso a él, ya que era un medicamento que era embasado en la parte de Europa y evidentemente solo era accesible para la población de allá y su importación para América Latina o incluso Estados Unidos se complicaba, pero afortunadamente se abren ventanas de oportunidad y ya en México se cuenta con esto medicamentos que pueden ayudar a mejorar una talla adulta y mejorar todos los tejidos que ayudan a tener un mejor desarrollo adecuado, pero sobretodo mejorar la calidad de vida”,
Para hacer un llamado tanto a la sociedad como a la comunidad científica sobre las condiciones y la importancia de conocer las tasas de crecimiento infantil, el 20 de septiembre se conmemora el Día Internacional de Concientización sobre el Crecimiento Infantil, donde se le pone atención a la deficiencia primaria grave de IGF-1, que como se mencionó, por su baja incidencia es considerada enfermedad rara.