La película «El rey de la fiesta» y el deseo de dejar atrás nuestra propia vida
Si tuvieras la oportunidad de usurpar la vida de alguien más piensa un momento en la persona en la que te convertirías y lo difícil que sería mantener la falsedad ante tu familia más cercana. Seguramente dividir tu vida en dos facetas completamente opuestas seria muy complicado debido a que existen actividades que requieren nuestra total presencia. Pero lo más importante es pensar en el por qué deseas convertirte en otra persona, ¿no eres feliz siendo tu?, ¿no te gusta tu trabajo?, ¿estás cansado de la rutina?.
Precisamente la cinta “El Rey de la Fiesta” toma como base esta serie de preguntas que muchas personas se han realizado al menos una vez en su vida. Esta innovadora cinta del director Salomón Askenazi trata de abordar una temática actual acerca de las crisis existenciales que sufren muchas personas debido a una personalidad inestable que no es sincera consigo misma y que por lo tanto deriva en problemas emocionales difíciles de trabajar.
Este singular thriller psicológico se enfoca en la vida de Héctor, un hombre maduro sumergido en una profunda depresión derivada de una vida excesivamente seria en donde ha perdido el anhelo de vivir. El trabajo y su familia se ha convertido en una carga para él pues la rutina le ha arrebatado esa felicidad. Por otro lado tenemos a Rafael, el hermano gemelo de Héctor, quien tiene una vida completamente opuesta a la de su hermano ya que no tiene especial preocupación por vida ni en lo que sucede en ella. Es un hombre completamente despreocupado.
Las cosas cambian cuando Rafael tiene un accidente de avión por lo que es dado por muerto. Sin que nadie se entere Héctor ve la oportunidad de escapar a su rutina tomando el lugar de su hermano fallecido viviendo una doble vida, con una tomando con seriedad las situaciones y con otra viviendo despreocupado, las dos personalidades dentro de él conviviendo al mismo tiempo.
Es de destacarse la actuación de Giancarlo Ruiz, quien da vida a los gemelos, pues logra hacer una separación de personalidades entre cada uno de los personajes quienes a pesar de ser parecidos físicamente, se sienten ajenos uno de otro, incluso cuando Héctor usurpa la vida de su hermano no se siente que sea el verdadero Rafael sino que es su hermano viviendo en su mentira.
La fotografía dentro de la película cuida en cada momento mostrar la doble personalidad dentro del personaje de Héctor sin importar el lugar en donde esté, esas escenas constantemente conviven entre sí a manera de que muestran un hombre queriendo vivir su vida pero a la vez no quiere abandonar su falsa personalidad y eso es lo que le comienza a traer consecuencias tanto es su trabajo como en su familia.
El filme de Askenazi muestra un gran problema actual de la sociedad, con personas carentes de personalidad, pero sobre todo de una personalidad sincera con sus gustos y motivaciones. El verdadero “yo” de la gente ha quedado sepultado debajo de un montón de reglas que indican una manera específica de vivir la vida. Renunciar a los sueños se ha convertido en una gran piedra que lastima a las personas cercanas y la propia persona, y se convierten en personas deseando ser alguien más, deseando tener una vida que no es la propia.
“El Rey de la fiesta” llega a las salas de cine en México este 20 de enero, consulta los horarios y disponibilidad en tu cine preferido.