¿Cómo celebrar el Día del Amor y la Amistad?
14 de febrero, un día de celebración, en este caso a las relaciones afectivas, ya sean de amistad o de sentimientos más intensos, incluso de amor; en esta fecha muchos optan por celebrar con vino, acompañando a una cena romántica o una celebración más casual en compañía de esas amistades inseparables.
En esta ocasión, haremos un ejercicio diferente, compararemos un poco los tipos de relaciones con los vinos de Rioja:
Los Genéricos son como esos noviazgos iniciales, intensos, que por pocos meses o años brindan todo de sí, que se deben disfrutar momento a momento pues cada día puede ser el último, como esos vinos de maceración carbónica que podemos encontrar en Rioja Alavesa, hechos para durar sólo unos meses pero ser ligeros y muy aromáticos, tal como un noviazgo corto, por ejemplo, con una persona extranjera que está de paso, de esos que se tienen cuando estas de intercambio y sabes que probablemente solo el tiempo que estés ahí será el que compartas con esa persona.
Los Crianza son como esas amistades que van creciendo por las experiencias vividas, de esos que de verdad están ahí para ti después de 3 o 4 años de conocerse, más allá del colegio, la universidad, al igual que un noviazgo que a lo mejor ya ha encontrado alguna pelea o desencuentro, pero que saben que al esperar, considerando cuanto quieren al otro, es que volverán a estar juntos, así como un vino de Crianza ha perdido un poco de frutalidad, pero ha ganado en complejidad y al probarlo, descubres el paso del tiempo, ese reposo sólo lo ha hecho más interesante, capaz de sorprenderte.
Los Reserva… uff!! Sin duda que estos ya llevan un tiempo, son las amistades que llevan ya mucho tiempo de haber comenzado, gente en quien de verdad puedes confiar y forma parte activa de tu vida por mucho tiempo. Aquí es donde ya entrarían las relaciones amorosas más complejas, como los vinos Reserva, aquí ya conoces más de la frutalidad en la persona, es decir, su chispa, su esencia, aunque te ha tocado ver la acidez que puede llegar a tener, no pasa nada, en lugar de apartarte, lo tomas como potencial a explotar, generando algo muy especial, cosa que no es fácil pero entrega una de las mejores recompensas, esta es la relación que encontrarías en jóvenes adultos, tal vez una pareja que estuvo 7 u 8 años de novios y decidieron unir sus vidas, como el vino se une con la madera y entregan algo fenomenal.
Los Gran Reserva. Esto señores, son caso aparte, son esas experiencias únicas. En una amistad, seguro serían esas pocas personas, a quienes cuentas con menos de los dedos de una mano; a quienes confiarías tu vida y seguramente te acompañaron en buenas y malas, mejores y peores; esos que han visto tus victorias y fracasos, que quizá sean padrinos de tus hijos. En el caso de una relación de amor, este sin duda ya es un matrimonio o unión de varios años, que ha visto los up & downs de su pareja, que así como los vinos especiales que tienen el privilegio de salir como Gran Reserva, ya aguardaron pacientemente su momento, que llegaron a un maridaje perfecto entre lo que puede dar una excelente fruta de alta calidad y el trabajo constante y paciente en la barrica, creando joyas que se disfrutan lento y apreciando que llegar ahí, no ha sido nada fácil, pero que sin duda, ha dejado muchas más satisfacciones que cualquier otra cosa.
Es así como les comparto esta alegoría, hay vinos de todo tipo en Rioja, hay relaciones humanas de todo tipo y en todos lados, para cada cual hay circunstancias y tiempos diferentes, sea cual sea con la que te identifiques, disfruta, tu perfil hoy puede ser por degustar de Crianzas, tal vez mañana busques un Gran Reserva, sólo déjate llevar, y, sobre todo, deléitate.