“El Tarot de Marsella”, de Juli Peradejordi
Ediciones Obelisco
Más allá del ámbito adivinatorio, el Tarot es, ante todo, una puerta de conocimiento del subconsciente. Una baraja de Tarot es un conjunto de láminas simbólicas utilizadas desde el Medievo con dos tareas fundamentales: ser parte del universo lúdico y, más importante, ser un camino cargado de simbolismos y formas que resumen en ese microcosmos el conocimiento del individuo.
El Tarot de Marsella nos acerca a los 22 arcanos mayores, es decir, nos abre las posibilidades de trabajar los arquetipos que forman parte de la humanidad desde siempre. A diferencia del estereotipo que cambia con la época, el estereotipo es una representación que permanece invariable a pesar del paso de los años. Así, mediante esta baraja, podremos profundizar en los arquetipos de la madre y el padre; la sombra; el loco, por citar solo algunos.
22 arcanos mayores junto a un pequeño libro guía facilitarán el acercamiento a este mundo mágico del Tarot. Como decía, Jung, quien utilizó las cartas más allá del mero proceso adivinatorio y las llevó al estudio profundo del ser y la psique, “la cosa más aterradora es aceptarse a sí mismo por completo”; es decir, conocer al individuo en su totalidad con sus luces y sus sombras, ¿estamos preparados?