Nicolas Cage regresa interpretando a «Nicolas Cage»
El icónico histrión, Nicolas Cage, regresa a la pantalla grande (luego de decenas de tumbos fílmicos en streaming) en «El peso del talento», bajo la dirección de Tom Gormican, planteando un ejercicio de metaficción en el que Cage da vida a ¡»Nicolas Cage»!, un actor que deambula entre el éxito y el fracaso, participando en roles aquí y allá para generar dinero que pague las cuentas. Así, luego de un fallido casting, «Cage» acepta una propuesta de su agente, quien le informa que un conocido empresario español, «Javi» (Pedro Pascal), le ofrece un mill´çon de dólares por sólo asistir a una fiesta en suelo ibérico.
Ante la falta de trabajo, «Nic» emprende el viaje para conocer a «Javi», quien además es un líder crimiunal, eso sí, de buen corazón. Conforme ambos entablan una relación surgirá una curiosa amistad, aderezada por el fanatismo de «Javi» hacia el trabajo de «Cage», a quien admira y de quien ha visto una y otra vez sus decenas de películas. Sin embargo, diversas circunstancias harán que este jocoso dúo termine enfrentándose con explosivos resultados.
Si bien la premisa resultaba original, la metaficción queda un poco de lado, ya que, principalmente, no es honesta, presentando a Nicolas Cage sin los excesos que lo han caracterizado, desde despilfarrar dinero comprando la primera aparición de «Superman» en un comic, hasta adquirir una cueva, situaciones que lo han puesto contra la pared en materia de deudas, lo que ha ocasionado que, en la vida real, Cage acepte casi cualquier papel con tal de tener algo de dinero.
Además, no hay tantas referencias al propio trabajo de Cage en esta cinta, situación mínima que pudiera esperarse de semejante intento metaficticio. De hecho, a mitad del filme, éste se torna como una película de acción más, pero sin caer en lo bizarro o en una crítica a los blockbusters. Sin embargo, es una buena reintroducción de Nicolas Cage para el público millennial y centennial y quizá un renacer de su carrera.