«La Universidad de México, 1551-2001», de HumbertoMusacchio
Fondo de Cultura Económica
El estudio supone cierta quietud, un orden que propicie tanto la transmisión de los saberes como la búsqueda y renovación del conocimiento. Por eso existe la idea de que la Universidad – toda universidad – es un ámbito de racionalidad en el que priva el respeto entre todos sus integrantes y el acatamiento de las jerarquías. La idea anterior ha sido predominante, si bien la condición de existencia de la universidad pública es la frecuente contradicción entre el orden necesario para que cumpla su misión y las rupturas de ese orden, los choques en su seno, en la sociedad y en la esfera del poder.
La vida de la Universidad Nacional Autónoma de México no ha podido escapar al trajín dialéctico de la sociedad en la que se originó; se ha visto forzada a preservarse, transformarse, y a resistir los embates externos, al mismo tiempo incidiendo en la realidad social en la que está inserta. Lo cierto, en todo caso, es que la existencia de la institución ha estado marcada por diversas tensiones, que frecuentemente desembocan en conflicto y cambio, no sólo dentro de la casa de estudios, sino incluso en todo el país. Esta es una historia de esa vida: desde la Pontificia Universidad de la Nueva España hasta el año 2001, pasando por sus transformaciones en el porfiriato.