«Muerte detrás de cámaras», de Joaquín Guerrero-Casasola
Planeta
**Mientras filmaba una de sus últimas películas, Pedro Infante fue acusado de una serie de asesinatos… Ahora tendrá que probar su inocencia
Distrito Federal, 1955. La madrugada se asienta sobre las calles de la capital cuando una patrulla de la Policía Secreta llega hasta el portón de los estudios San Ángel. Lleva las sirenas apagadas, no quieren que nadie, mucho menos la prensa, conozca el motivo que los ha llevado hasta ahí: alguien ha muerto en uno de los foros. La víctima yace debajo de un coche como si fuera parte de la escenografía de taller mecánico que rodea su cadáver. Era la doble de Silvia Pinal en la película El inocente. Lo que parecía un accidente, pronto se recataloga como un brutal homicidio, por lo que Jiménez y Fontana, los dos agentes a cargo, convierten a la última persona que vio a la joven con vida en su principal sospechoso: Pedro Infante. A partir de este momento se inicia una carrera contrarreloj para que el famoso actor demuestre su inocencia, aunque todo se complica más cuando una nueva ola de crímenes violentos continúa sacudiendo el rodaje de la película.
Una historia policiaca impredecible, colmada de ingenio, giros sorprendentes y estrellas de cine capaces de todo para brillar en la gran pantalla.