Industria automotriz insta agregar elementos clave al ENME

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Respecto de la reciente publicación de la Estrategia Nacional de Movilidad Eléctrica (ENME) en el portal de la CONAMER por parte de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), las asociaciones representantes de la industria automotriz y el sector automotor expresan que es necesario incorporar elementos relevantes de las consideraciones que han compartido estas asociaciones para lograr los objetivos de una transición rápida y efectiva hacia la electromovilidad en México.

La Asociación Mexicana de Distribuidores de Autos (AMDA), la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT) y la Industria Nacional de Autopartes (INA) externan sus inquietudes acerca de la ENME publicada en días pasados; en donde se detectan áreas de oportunidad fundamentales para lograr que la electromovilidad no sólo sea una cuestión de incremento en la oferta y ventas de vehículos de bajas emisiones, sino que el país cuente con visión y políticas públicas integrales de corto, mediano y largo plazo, así como las herramientas y acciones necesarias para su adopción, incluyendo la producción y exportación.

Las asociaciones señalaron que, para contribuir en el combate al cambio climático por el calentamiento global, es necesario reducir las emisiones de CO2, no sólo en la operación propia de los vehículos, sino a lo largo de la cadena de valor, incluyendo la generación de energía. Lo anterior, implica políticas públicas integrales que incorporen todos los elementos necesarios para alcanzar las metas comprometidas en el Acuerdo de París.

Por ello, compartieron 4 elementos que consideran fundamentales para esta Estrategia Nacional de Movilidad Eléctrica:

Integrar todas las tecnologías vehiculares necesarias para la transición a la electromovilidad.

Es necesario que la eliminación gradual de la huella de carbono incluya todas las tecnologías disponibles para México, las cuales se adaptan a las condiciones de nuestro país y aportan reducciones significativas en las emisiones de CO2 del sector transporte: vehículos híbridos eléctricos (HEV), híbridos eléctricos conectables (PHEV) y eléctricos de batería (BEV), incluidos los que emplean celdas de combustible (FCEV); así como cualquier otra tecnología que en un futuro pueda desarrollarse y ayude a cumplir estos objetivos.

Considerar un esquema robusto de incentivos para la manufactura, para el consumidor y para la ampliación y el mantenimiento de la infraestructura de recarga.

Implementar un esquema de incentivos fiscales y no fiscales, acompañados de instrumentos financieros adecuados, para todas las tecnologías disponibles en el mercado, con el fin de impulsar la producción de vehículos de emisiones reducidas y su adopción acelerada en el mercado mexicano. Esto, a su vez, resulta un esquema clave para permitir el fortalecimiento de nuestra competitividad a nivel internacional y da la oportunidad de atraer inversión para la relocalización de líneas de producción a México, con el fin de mantener a nuestro país como potencia automotriz bajo estas nuevas tecnologías, así como un productor relevante para la región de Norteamérica. Es fundamental que el mercado mexicano no se rezague en la adopción de tecnologías limpias.

Adicionalmente, es fundamental que se brinde certidumbre, tanto a industria como a la población general, en materia normativa para asegurar que todos los vehículos se mantengan dentro del marco regulatorio existente, observando no solo las normas (aun a desarrollar) para vehículos de emisiones reducidas, sino las aplicables a cualquier vehículo que circule en nuestro país, como las de registro o las de elementos de seguridad.

Ajustar las metas de introducción de las tecnologías eléctricas HEV, PHEV, BEV y FCEV
Es fundamental subrayar que, si bien las metas de la ENME buscan la introducción masiva de vehículos eléctricos e híbridos eléctricos dentro de un ecosistema de vehículos de combustión interna, los compromisos planteados en la citada estrategia para las próximas décadas no son alcanzables. Las cifras presentadas, bajo las tendencias existentes del mercado, independientemente de la fuente de energía de los vehículos, son cuestionables incluso en su volumen.

Las proyecciones realizadas por el INECC, que considera los costos de las tecnologías y la proyección de ventas de vehículos al 2030, 2040 y 2050 para llegar a diferentes escenarios que mostraron reducción de precios y el alcance de un costo competitivo de los vehículos, no resuelven las limitantes del mercado nacional de vehículos ligeros nuevos que son, entre otros: el bajo ingreso per cápita promedio de nuestro país, la carencia de incentivos fiscales y no fiscales de apoyo directo para los consumidores, la falta de un programa sólido de actualización vehicular y la limitada oferta de electricidad de fuentes renovables e infraestructura de carga.

De acuerdo con datos del Registro Administrativo Vehicular del INEGI (RAIAVL y RAIAVP), durante 2022 los vehículos ligeros de estas tecnologías representaron sólo el 4.7% del mercado mexicano; y en el caso de vehículos pesados, representaron el 1% de las ventas anuales. Esto es indicativo del tamaño del reto en el sentido de contar con las condiciones y políticas públicas adecuadas para desarrollar este mercado en México de manera efectiva.

Las metas planteadas en la ENME sólo se pueden entender como referenciales del compromiso internacional, no vinculante, de nuestro país, ya que definitivamente son inalcanzables dadas las condiciones actuales; emulan las metas de otros países y regiones con realidades distintas. Por ejemplo, Estados Unidos con la Ley de Reducción de la Inflación (Inflation Reduction Act), que prevé hasta 370 mil millones de dólares para apoyar la producción y compra de vehículos eléctricos.

Incorporar los elementos pertinentes del estudio “Lineamientos para una política nacional de movilidad eléctrica 2023” en la ENME.

La AMIA, a través del estudio “Lineamientos para una política nacional de movilidad eléctrica 2023”, desarrollado por el despacho internacional Frost & Sullivan, ha contemplado los lineamientos para una Política Nacional de Movilidad Eléctrica que fortalezca la estrategia para materializar la transición a la movilidad eléctrica.

La adopción de estos lineamientos en una política integral a nivel nacional permitirá a la industria automotriz, y a las actividades económicas que se vinculan a ésta, materializar la transición a la electromovilidad de forma gradual, planeada y exitosa. Asimismo, se fortalecerá la actividad económica a nivel nacional y regional, se crearán más y mejores empleos bien remunerados para el desarrollo social de los mexicanos, y se fortalecerá nuestra participación como un actor relevante en la región del T-MEC, además de contribuir al cumplimiento de los compromisos ambientales internacionales de los que México es parte, así como los de los inversionistas.

«Desde la industria automotriz y el sector automotor reiteramos el compromiso de continuar integrando tecnologías y soluciones en favor de la sociedad, y de construir una transición a la movilidad cero emisiones tanto a nivel nacional como global. Asimismo, subrayamos nuestra disposición para colaborar con el gobierno federal, los estatales y municipales, así como todos los sectores involucrados para buscar el mejor curso de las políticas públicas necesarias para que México se inserte de manera efectiva en esta nueva etapa global. Finalmente, manifestamos que es importante actuar lo más pronto posible para no rezagarnos de nuestros principales socios comerciales y del mundo».

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