Barbie, el patriarcado explicado a las niñas.
Por Iván Quecha Barbie es una película que sigue la línea de pensamiento de Greta Gerwig, donde vemos la crisis existencial de los millenials con respecto a las promesas no cumplidas del mundo real. Un día Barbie (Margot Robbie) comienza a tener pensamientos extraños, que le causan problemas en su perfecta vida en Barbie Land; va a consultar a una pitonisa que le dice que debe encontrar a la niña que juega con ella para poder resolver sus problemas.
Ken la acompaña durante su viaje (no entiende su vida sin Barbie), y en el mundo real se dan cuenta que los hombres mandan, contrario a lo que pasa en Barbie Land, y Ken (Ryan Goslin) comienza a comprender las ventajas de establecer un patriarcado en la tierra de Barbie.
En Ken veremos retratado el fenómeno de internet de los simps y los mgtow: hombres que primero se arrastran por la atención de sus intereses amorosos, y luego totalmente resentidos por el rechazo, pero que en el fondo desean la atención, y no se ocupan por mejorarse a sí mismos.
Esta película es totalmente militante del feminismo, y veremos muchos chistes al respecto, algunos buenazos, y otros muy forzados, como sucede en toda militancia, pero que aportan una visión honesta y fresca. Por otra parte, la película cumple con los altos estándares que exige el fandom de Barbie sobre referencias y sets de ropa, con mucho cuidado en los detalles y los encuadres para disfrutarlos. Margot Robbie y Ryan Gosling muestran toda la madurez de su actuación, pues aunque la historia tiene que ser simple y lineal, dan grandes momentos bajo una dirección interesante de Gerwig.
A la película le falta mucho más del universo de Barbie, que si bien es inmenso y no puede mostrarse todo en una sola película, el mundo real que se muestra llega a ser tedioso y repetitivo por momentos.
También tiene muchos personajes innecesarios, que pareciera eran condiciones de Mattel para hacer la película; por otra parte, Michael Cera hace un papel entrañable del amigo de Ken, Allan. La película en general funciona bien como una introducción al universo de Barbie, actualizado al feminismo pop en el que milita Gerwig, aunque por las mismas limitaciones de la historia llega a tener momentos aburridos.
Barbie es una metáfora de cómo una persona desarrolla el pensamiento crítico a través primero de un golpe de realidad, que la distancia de las instituciones (gobierno, comunidad) para después comprender que en su individualidad puede transformar su mundo. Y tú, ¿quieres ser lo que quieres ser?