Celebra el Día Internacional de la Danza con Yurei
Este 29 de abril, en la conmemoración del Día Internacional de la Danza, la película YŪREI (FANTASMAS) de la directora Sumie García, hace una exploración sobre el efecto que tienen el paisaje, el tiempo y los secretos sobre nuestras identidades personales y colectivas; y lo cuenta a través de la danza, tejiendo hilos entre los testimonios de migrantes japoneses y paisajes de la República Mexicana; haciendo de las coreografías el medio para narrar emociones inexplicables.
Con la participación de la bailarina bailarina, actriz, cantante y creadora escénica Irene Akiko Iida, que ha sido parte de puestas en escena de obras como como Juan, el Momotaro y Madama Butterfly; así como en la película Espero que estés bien y el cortometraje Ojo dos veces boca.
YŪREI (FANTASMAS) hace referencia a los fantasmas del folklore japonés, y toma inspiración de el teatro Noh y la danza tradicional Butoh para reflejar en el documental los vacíos y silencios históricos entre los migrantes y sus descendientes. Transitando diferentes zonas de México como Temixco, Perote y la Ciudad de México; la directora hace una búsqueda de los fantasmas que forman su identidad.
YŪREI (FANTASMAS) será parte del Festival de Cine UNAM en su decimotercera edición a celebrarse del 13 al 20 de junio, conformando la competencia Ahora México que busca películas capaces de potenciar y expandir la lectura colectiva de lo mexicano desde las propuestas cinematográficas más audaces. Y llegará a salas de cine comerciales próximamente bajo el sello de distribución Pimienta Films.
Sinopsis:
La historia velada de los mexicanos japoneses y el impacto perdurable del silencio histórico en sus descendientes se retrata a través de testimonios íntimos y una exploración del paisaje y coreografía; cuestionando la formación y teatralidad de la identidad individual y colectiva.
Cuando todo lo que queda de la historia son recuerdos vagos, ¿cómo se curan las heridas invisibles?
A través de una estructura de cinco capítulos, el documental transita diferentes zonas de México, de frontera sur a frontera norte, pasando por Temixco, Perote y la Ciudad de México. Así mismo, la película dibuja una progresión de la danza y el propio formato documental. Los capítulos avanzan a través de la rigidez del teatro Noh japonés, el Butoh y una danza personal; así como transitan de un formato documental tradicional a una exploración íntima y sensorial.