‘Pipí’, toda una reflexión
Todo comienza cuando el niño de la casa, el primogénito, el más querido hasta entonces, ve amenazado su reino por la llegada de un hermanito que seguramente le robará la atención y el cariño de sus papás y de toda la familia cercana; por ser la novedad, el más pequeño, al que hay que darle todo por ser nuevo en el mundo y por ende desvalido, entonces el niño mayor reacciona y empieza a experimentar cambios fuertes en su carácter y cuestiones biológicas como la incontinencia, conocida popularmente como la pipí; que lo ataca principalmente por las noches y le ha costado varios regaños una advertencia severa de papá que lo castigaría si encontraba otra vez las sábanas y el colchón mojados.
En esa crisis emocional aparece debajo de la almohada un personaje llamado Monstruilio, que de principio lo asusta por su aspecto agresivo y su voz fuerte, pero al explicarle su misión, el niño comprende que al igual que él ha sido rechazado y busca un amigo con el cual encontrar una solución a ese húmedo problema.
Basada en un texto de Jaime Chabaud, para el teatro familiar, Pipí cierra el ciclo de presentaciones de Monstruilio, muñeco creación del también protagonista de la obra, Santiago Lawhlet, quien durante algunos años tuvo también diversas intervenciones en televisión, principalmente en la serie didáctica Aprende en casa de Canal Once, que durante la pandemia por covid (2020-2021) transmitió clases de nivel básico en programas en los que Monstruilio se convirtió en uno de los favoritos de chicos y grandes.
En esta ocasión Santiago Lawhlet, padre artístico de Monstruilio decidió dejarlo descansar un tiempo, en lo que cumple con otros compromisos como creativo multifacético que es, pero prometió regresarle la vida próximamente al peludo personaje en el foro La Cura donde culminó a teatro lleno esta exitosa temporada.