1 de cada 12 aspirantes a medicina es admitido en la UNAM. ¿Qué pasa con los 11 restantes?

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Cada año, alrededor de 30,000 aspirantes se disputan los escasos cupos para estudiar la carrera de Médico Cirujano en la Facultad de Medicina de la UNAM. 1 de cada 12 queda dentro y los otros 11 ven frustrada su primera opción.

La carrera de medicina en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) continúa siendo una de las más demandadas en México, con unas tasas de ingreso muy limitadas, por lo que muchos aspirantes que desean ejercer su vocación por la medicina deben considerar las diversas opciones académicas disponibles, equiparadas en calidad académica y otros factores acordes a sus intereses y necesidades.

Este año 135,229 aspirantes no lograron ingresar y el mayor porcentaje de las solicitudes de ingreso se concentran en 15 licenciaturas, encabezando la lista la carrera de médico cirujano. Para el ciclo escolar 2025-2026, la UNAM recibirá a 48,560 nuevos estudiantes en sus 133 carreras de nivel licenciatura. 22 mil 851 participantes presentaron el examen de ingreso a la carrera de Médico Cirujano, pero solamente 391 fueron seleccionados lo que equivale a un ingreso del 1.71%. Sin tomar en consideración que la oferta fue de 326 lugares.

Para el Dr. Alberto Lifshitz Guinzberg, asesor académico de St Luke, escuela de medicina, “quienes quieren cursar la carrera de médico cirujano y no quedaron en la UNAM, tienen muy buenas opciones para estudiarla, tanto públicas, como privadas, de hecho, hay escuelas privadas que imparten el programa de Médico Cirujano con plan de estudios incorporado a la UNAM. En la Ciudad de México, únicamente dos instituciones lo ofrecen y Saint. Luke es una de ellas, y sus egresados obtienen el título oficial expedido por la Universidad Nacional Autónoma de México.”
La cantidad de médicos generales y especialistas es insuficiente en México considerando que mientras la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) promedia 3.7 médicos por cada mil habitantes, México cuenta con solo 2.5 médicos por cada mil habitantes.

Para atender el déficit en el sistema de salud, se requiere poner en marcha mecanismos como la apertura de escuelas de Medicina en donde se preparen a los futuros profesionales de la salud de manera integral para afrontar los retos como la falta de profesionales de la salud que impiden lograr una cobertura universal en el sector.

La Escuela de Medicina St. Luke se posiciona como una alternativa comprometida con la formación médica accesible, de excelencia y orientada a cubrir las brechas actuales del sector educativo y de salud, gracias a su plan académico integral basada en el de la UNAM, este modelo educativo asegura una formación progresiva que abarca desde los fundamentos de la ciencia básica hasta los aspectos clínicos y sociales desde el inicio de los estudios. Esto permite a los futuros médicos recibir una educación de calidad que se ajusta a los estándares que se requieren para enfrentar los desafíos actuales de la práctica médica.

Adicional a lo anterior, es una escuela que cuenta con una acreditación tanto nacional como internacional por el Consejo Mexicano para la Acreditación de la Educación Médica (COMAEM), con el aval de la World Federation for Medical Education (WFME) lo que garantiza que es un programa alineado a los estándares más exigentes en educación médica.

Entendiendo que el déficit nacional de médicos especialistas abre oportunidades para los egresados de la escuela de medicina, el compromiso de la institución es preparar a los estudiantes a enfrentar este contexto con una sólida base académica y práctica que les permita destacarse y aportar al sistema de salud nacional. Por lo anterior, su formación es respaldada por una infraestructura moderna con instalaciones de vanguardia y simuladores de alta tecnología que recrean escenarios médicos reales, favoreciendo el desarrollo de habilidades y toma de decisiones en un entorno controlado; para lograr un aprendizaje práctico y experiencial. Esta formación se complementa con acceso a recursos educativos innovadores y plataformas internacionales; así como experiencias internacionales con las que tengan la oportunidad de conocer diferentes modelos de salud, asegurando que el conocimiento esté alineado con los avances más recientes en el área de la salud.

“Sabemos que el aspecto económico puede parecer un dilema para los aspirantes, y dado que nuestro compromiso es hacer que la educación médica sea accesible para todos los estudiantes, tenemos una variedad de becas, además de planes de financiamiento que permiten a los estudiantes gestionar el costo de su educación. Mantenemos alianzas con diversas instituciones hospitalarias públicas y privadas, lo que abre puertas a oportunidades de desarrollo profesional”, finaliza Alberto Lifshitz

La formación médica en el país requiere alternativas con un enfoque en la innovación, el apoyo financiero y el desarrollo profesional, para asegurar que cada estudiante pueda alcanzar su máximo potencial y contribuir significativamente al avance de la cobertura universal requerida.

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