«La casa Gucci», un lujoso drama a la Shakespeare
Se estrena, “La casa Gucci”, un drama basado en una historia de la vida real, sobre las traiciones, complots internos, amores y desamores, suscitados al interior de la familia Gucci, creadora de artículos de moda de altos vuelos, que durante el siglo pasado y hasta hoy en día, se han tornado en parte de la cultura del consumo de lujo. Bajo la dirección del experimentado, Ridley Scott, y con un impresionante elenco, la cinta trata de ofrecer una visión humana sobre los trágicos protagonistas de este clan.
Lady Gaga, Adam Driver, Jared Leto, Salma Hayek, Al Pacino y Jeremy Irons son los títeres del destino, de un drama casi “shakespiriano”, que devela la imposibilidad del ser humano por no tener el deseo de ambicionar más y más, al grado de enloquecer o de auto-humillarse por obtener una pizca de algo. Este entramado humano es lo más interesante del filme ya que su ritmo es lento, amén que ninguna de las estrellas antes mencionadas ofrece su mejor interpretación, incluido Leto, quien da vida a “Paolo Gucci”, un tanto exagerado, en un tono diferente al de sus compañeros, más contenidos.
Como nota al margen, la cinta usa en demasía temas pop de los setenta, ochenta y noventa, sumamente recurrentes en otros filmes, al grado que el público pudiera esperar que de buenas a primeras, apareciera una melodía de Lady Gaga. “La casa Gucci” pareciera más un intento mercadotécnico para triunfar en la taquilla, que una creación apta para la temporada de premios. Tanto lujo y estridencia, además de su duración de casi tres horas, hacen de ésta, una historia más a modo al gusto del excéntrico Ridley Scott, un mago para narrar la decadencia de la moralidad de las sociedades.