Hace 50 años… VW Sedán rompe el récord de producción
A principios de la década de los setenta, Volkswagenwerk AG se encuentra en una etapa de conmoción, y la empresa debe superar grandes desafíos. La fuerte competencia, los mercados saturados y las nuevas necesidades de los clientes dieron lugar a un entorno comercial complicado. La empresa automotriz con sede en Wolfsburg está contrarrestando los primeros signos de la crisis con la implementación de medidas enfocadas en reducir los costos de operación. Al mismo tiempo, la compañía también está invirtiendo de forma importante en una nueva gama de modelos, encabezada por el Golf, para volver a poner a Volkswagen en el camino hacia el éxito futuro. En lugar del probado motor bóxer enfriado por aire, la nueva generación de modelos cuenta con motores delanteros enfriados por agua. Una verdadera revolución en la ingeniería automotriz de Wolfsburg.
Estas inversiones en el futuro de la empresa y la transformación de la filosofía de los modelos han sido posibles gracias a un solo vehículo: el VW Sedán. En esta época de agitación, poco antes de que cediera el escenario automotriz a su sucesor, el Golf, el Sedán alcanza otro hito notable: en la Nave 12 de la planta de Wolfsburg, un Sedán 1302 S sale de la línea de producción alrededor de las 13:45 horas del 17 de febrero de 1972. Es el auto 15,007,034 a ensamblar en serie, rompiendo el récord de producción del “Tin Lizzie”, el Modelo T construido por Ford Motor Company entre 1908 y 1927. Un logro notable para un modelo al que los expertos automotrices internacionales no le habían pronosticado un largo futuro después de que terminara la Segunda Guerra Mundial.
En enero de 1948, Heinrich Nordhoff se hace cargo de la administración de la planta de Volkswagen, e incluso inicialmente ve al Sedán con escepticismo. Diseñado en la década de 1930, el modelo Volkswagen aún tiene una serie de limitaciones, pero estas se minimizan gracias a las mejoras continuas del modelo. El Volkswagen, que es tan confiable como económico, pronto se convierte en un éxito de ventas no solamente en Alemania Occidental, sino también en muchos mercados de exportación como símbolo del “Wirtschaftswunder” de la posguerra en Alemania.
El 5 de agosto de 1955, es un día de celebración, ya que, la producción de Sedán llega a un millón. En noviembre de 1958, un jurado de representantes de las cinco principales asociaciones americanas de ingeniería premia de manera póstuma a Ferdinand Porsche con el Premio Elmer Sperry, junto con Heinrich Nordhoff y toda la fuerza laboral de la planta de Volkswagen por sus servicios al diseño, fabricación y distribución del automóvil de Volkswagen. Nunca antes este premio a los logros destacados en el campo del transporte se había otorgado a no estadounidenses o representantes de la industria automotriz.
Nueve años más tarde, el 29 de noviembre de 1967, el décimo millonésimo Sedán sale de la línea de producción, y el 17 de febrero de 1972, el modelo supera la marca de los 15 millones. Esta jornada laboral se convierte en un día de fiesta, con decoraciones florales en la línea de montaje final, así como el 1302 S Sedán azul que rompió el récord. El entonces presidente del Consejo de Administración de Volkswagen, Rudolf Leiding, ofrece un discurso de celebración en honor a este acontecimiento trascendental.
Los clientes pueden celebrar por más tiempo, con un modelo World Champion lanzado especialmente para esta ocasión: como agradecimiento de Volkswagen, esta edición especial se ofrece como parte de una campaña de ventas limitada entre el 19 de febrero y el 31 de marzo de 1972. Y los pedidos recibidos demuestran que la idea es atinada: más de 6,000 clientes aprovechan la oportunidad para poseer uno de los Sedán de edición limitada. La amplia gama de extras del World Champion Sedán fue tan impresionante entonces como lo es hoy. El departamento interno de “Colores y Telas” se había esforzado en gran manera y creó un tono de color especial, nombrado acertadamente por el interiorista Gunhild Liljequist: Maratón metálico.
En contraste con la versión estándar del 1302, el World Champion Sedán cuenta con neumáticos deportivos Lemmerz World Champion, faros de halógeno, bocina doble, luces de marcha en reversa, ventana trasera con calefacción, asientos de pana negra, tapicería en la palanca de velocidades, así como prácticos accesorios como tapetes para los pies y tiras protectoras de goma en los parachoques. Incluso, los clientes reciben también una encantadora selección de accesorios con cada auto: además de un certificado de fábrica, el paquete de regalo incluye una pegatina, un llavero, un colgante de joyería y una medalla de oro con la inscripción “World Champion”.