Audi Environmental Foundation desarrolla filtros urbanos
Audi Environmental Foundation, en colaboración con la Universidad Técnica de Berlín, está desarrollando filtros para los sedimentos arrastrados por los desechos urbanos. Estos filtros evitan que las partículas de desgaste de los neumáticos y otras sustancias nocivas para el medio ambiente sean arrastradas hasta las alcantarillas junto con el agua de lluvia.
En cada desplazamiento en automóvil se generan partículas de desgaste de los neumáticos y de la carretera. Se calcula que, sólo en Alemania, cada año 110,000 toneladas de estas partículas acaban en las calles en forma de microplásticos. Desde allí, se dispersan en el medio ambiente a través del viento, o son arrastradas por el agua de lluvia a través del drenaje y las coladeras hasta el suelo, los ríos y los océanos.
“No hay forma de evitarlas por completo. Sin embargo, podemos hacer algo de forma preventiva para garantizar que entren en escena menos microplásticos y contaminen el medio ambiente”, afirma Rüdiger Recknagel, Director de Audi Environmental Foundation.
En colaboración con la Universidad Técnica de Berlín (el Departamento de Gestión del Agua Urbana) y otros socios -como fabricantes de filtros, desarrolladores de software y empresas de suministro de agua-, Audi Environmental Foundation está desarrollando filtros de sedimentos optimizados que atrapan estas partículas contaminantes lo más cerca posible de su punto de origen.
Los filtros de sedimentos tienen un diseño modular y, por tanto, pueden adaptarse perfectamente a diferentes situaciones de la carretera, volúmenes de tráfico y otras formas de contaminación. “Además, también queremos capturar el mayor número posible de otros contaminantes que se acumulan en las calles y sus alrededores, así como partículas que en realidad son naturales, como la arena, las hojas y el polen de los árboles”, afirma Joachim Wloka, director del proyecto Greenovation en Audi Environmental Foundation y responsable de URBANFILTER.
Los filtros de sedimentos se dividen en tres zonas: calle, coladeras y desagüe. “En total, estamos desarrollando nueve módulos diferentes para las distintas condiciones de la carretera y el tráfico”, explica Daniel Venghaus, investigador asociado del Departamento de Gestión del Agua Urbana de la Universidad Técnica de Berlín. “A partir de este sistema modular se pueden combinar hasta tres módulos diferentes para conseguir el mejor resultado en función del lugar”. En la zona superior (calle), puede tratarse de un canal especial de agua o un asfalto determinado. Por debajo, en la propia coladera, se filtran los sólidos de mayor tamaño, por ejemplo, con la ayuda de una cesta optimizada que se conoce como falda filtrante. En la zona más alejada (el desagüe) se realiza una filtración fina.
Los módulos están todavía en fase de planificación. No obstante, los socios tienen previsto probarlos en escenarios reales antes de que acabe el año.