Evil Dead el despertar asombrará por su alta dosis de horror
Evil Dead: El Despertar llega hoy a las salas de cine en México intentando gustar a los fans del horror de las generaciones millennial y centennial. Inspirada en “Evil Dead” (1981) de Sam Raimi, la película recobra el alma de su versión original, la cual relataba los horrores que padecía un grupo de jóvenes luego de descubrir un antiguo libro maldito en una solitaria cabaña ubicada en un bosque. Aquel texto era ni más ni menos que el “Necronomicón”.
Tanto ese filme, como su secuela, 1987, también dirigida por Raimi se convirtieron en producciones de culto gracias a su bajo presupuesto y la mezcla de horror y humor negro, que a la postre llevaron a cierto estrellato al actor Bruce Campbell, quien desde ese momento se convirtió en un icono del gore.
Ahora, el realizador irlandés, Lee Cronin, logra capturar la atmósfera propuesta por Raimi, sólo que en vez de una cabaña abandonada, la acción se lleva a cabo en un piso de un viejo edificio departamental, en cuyo estacionamiento, tras un terremoto, deja al descubierto el “Necronomicón” y unas extrañas grabaciones en discos de acetato. Así, “Caleb” (Richard Crouchley), el hijo adolescente de “Ellie” (Alyssa Sutherland) liberará todo el poder maligno de este volumen (creado por el autor H. P. Lovecraft para sus cuentos).
Con grandes dosis de sangre por doquier, “Evil Dead” consigue fascinar a la audiencia, a través de la óptica de una familia, compuesta por “Ellie”, y sus hijos, “Caleb”, “Bridget” (Gabrielle Echols), “Kassie” (Nell Fisher), así como su hermana, “Beth” (Lily Sullivan), quienes intentarán liberarse del ataque de esta monstruosa entidad.
Cimentando la historia de interesante manera, Cronin no tuvo reparo en salpicarnos de hemoglobina a pesar de que es una creación mainstream, gracias a esta apertura, “Evil Dead” parece un filme Serie B de gran presupuesto, que además mantiene el suspenso de principio a fin.
La película, al no tener que incluir cameos innecesarios (salvo el de cierta arma desmembradora) logra consolidar su propio universo, en aras de filmar una o más secuelas, incluida, tal vez, el origen de esas grabaciones misteriosas, las cuales, al ser narradas por una voz del pasado en primera persona, semeja un cuento lovecraftiano. Excelente.