Vibra con Tuesday: abrazando la vida
Por Francisco López
Cuando eres una adolescente parapléjica y además tienes una enferma terminal, el abrazo de la muerte más que una tragedia puede verse como un alivio. Pero ¿quién y qué es la muerte? ¿Cuál es su papel en el cosmos? De esto trata el filme Tuesday, nombre de la protagonista que está atada a una silla de ruedas, vive todo el tiempo con dolor y necesita de una cuidadora de tiempo completo para realizar las actividades más básicas. Su madre, usa todo su dinero para procurarle lo elemental, pero al mismo tiempo busca evadirse de una realidad que la rebasa.
Un día, Tuesday simplemente desea morir y ante ella se aparece la encarnación de la muerte en una forma totalmente inesperada. No es un ángel oscuro, un ser lánguido o de luz; es un papagayo rojo, que con sus alas da a las almas la despedida de este mundo. La muerte es un ser monótono y repetitivo, que simplemente lleva a cabo su labor sin detenerse a juzgar o conocer a aquellos cuyo tiempo se ha terminado. Simplemente espera el momento, o el llamado para acudir en alivio de los mortales.
Pero Tuesday es diferente a los demás, con ella se atreve a hablar, a comunicarse, a transmitir ideas y algunos pequeños secretos del Universo. Esta quinceañera se convierte en una especie de amiga y, aunque no se retracta de su deseo de perecer, retrasa unos días su decisión por la relación que inicia con esta ave cósmica.
La situación es distinta con Zora, su madre, quien se niega a aceptar el destino y como buena madre soltera se opone por todos los medios a la partida de su hija. Es en este triángulo donde está todo el mensaje de la cinta, porque vemos tanto la vida como la muerte desde otra perspectiva. Ni la primera es tan maravillosa, ni la segunda es tan terrible, ambas son partes de un ciclo y nadie puede romperlo. Lo importante no es vivir simplemente sino hacer algo con el tiempo del cual disponemos; y el final no es lo terrible, es simplemente la conclusión de algo, cuya continuación no podemos conocer Nadie puede vivir para siempre, al menos no en el mundo material, pero la muerte no es absoluta, siempre hay algo que persiste.
Con tan sólo tres personajes (el resto son prácticamente incidentales) esta película bien puede funcionar como una obra de teatro contemporáneo, ya que el conflicto es lo importante y no el lugar, el escenario ni el entorno. Al final, lo que deja esta cinta son preguntas ¿Para qué queremos la vida? ¿Por qué anhelamos la muerte? ¿Hay algo más allá? La propuesta visual es lo más atractivo, ya que rompe con clichés y estereotipos, la muerte simplemente hace lo que debe y ha hecho desde siempre. Ella no cuestiona su lugar en el universo, pero incluso para ella, de vez en cuando, también es refrescante hacer una pausa. Dirige Daina Oniunas-Pusic.
