Luca, los vínculos de amistad son más fuertes cuando somos niños
Quizá estamos en un momento en donde Pixar sabe exactamente cuales son las cosas que deben utilizar para conectar con nuestro corazón. No es ninguna novedad que cada película que sacan lo logra de alguna manera. Hace un año, aún en medio de una pandemia, Soul parecía ser ese mensaje que necesitábamos para salir adelante; tocando temas como el significado de nuestra existencia para generar una introspección en cada una de las personas que la vimos.
En el caso de Luca han decidido bajar un poco la intensidad, pero aún así puedes encontrar grandes mensajes dentro de ella. El principal acierto que le encuentro a esta nueva historia es que refleja de forma perfecta la perspectiva de un niño sobre la vida. Tenemos a nuestro protagonista Luca Paguro, quien es interpretado por Jacob Tremblay (Good guys 2019); un pequeño monstruo marino que no deja de pensar sobre la vida que hay en la superficie.
Pero, al igual que la famosísima Ariel, nuestro protagonista ha sido advertido por sus padres sobre la superficie. Ya saben, diciéndole que nuestro mundo es un lugar muy peligroso (y la verdad es que tienen razón). La cosa aquí es que la vida acuática y la vida terrestre llevan una pésima relación. Gran parte del problema son los humanos, pues no dejar de cazar constantemente a la vida que hay en el mar. No obstante nuestro pequeño monstruo marino quiere ver nuestro mundo.
Es hora de conocer la superficie
Tras un pequeño accidente con su mejor amigo Alberto, ambos descubren que los monstruos marinos son capaces de convertirse en humanos cuando están fuera de la superficie. De esta forma las posibilidades se vuelven infinitas, su sueño de conocer el mundo a través de una Vespa ahora puede ser una realidad. A partir de este momento no solo conocerán nuevos lugares, pues a la lista se suman nuevos amigos y nuevas experiencias.
Esta mecánica es la que permite que la película nos entregue cosas de manera más orgánica. En el momento de que Alberto saca a Luca de la pecera, la rueda no deja de girar para presentarnos diferentes culturas y aprender cosas que no sabíamos. Es aquí donde la película brilla, pues esta dinámica entre ambos personajes es muy buena, plasma perfectamente cómo es una amistad entre niños y lo legítimos que son los sentimientos que hay de por medio.
El segundo mensaje que hay aquí, es el de la aceptación. No vemos simbolismos en el mensaje, es decir no representan a una causa o a alguien en particular, pero ejecutan su mensaje. Cómo ya te lo mencioné antes, toda la vida que hay debajo del agua, vive con el constante rechazo de los seres humanos. Por esta misma razón este par de amigos, sus padres y el resto de su especie se sienten diferentes y raros. Viven con el constante miedo de no ser aceptados tal y como son. Nunca está de más tener más metáforas como ésta para generar solidaridad.
Luca posee una animación impecable
Tocar este tema se siente de más, pues la calidad de Pixar en cuanto a animación es incuestionable. Pero aún así no puedo dejarlo de lado, pues cada uno de sus trabajos me encanta. El trabajo de investigación siempre es buenísimo, en esta ocasión han bebido sobre las criaturas marinas que existen en algunas esculturas italianas. La paleta de colores de cada mundo es muy diferente, una forma excelente para generar esta sensación de que cada mundo es la contraparte del otro. De hecho la ambientación de la película se inspira en las encantadoras localidades de Cinque Terre, una franja de la costa italiana integrada por cinco pueblos milenarios con un atractivo único.
“Pasé los veranos en pueblos pequeños de la costa. Cinque Terre está muy cerca del lugar en el que crecí. Estos cinco pueblitos son adorables, están detenidos en el tiempo, realmente, porque son muy pequeños. Mantuvieron ese aspecto antiguo y típico, son maravillosos y pintorescos”. – Enrico Casarosa, Director de Luca.
Al final puede que esta película no termine siendo igual de profunda que Soul o Intensa-Mente, pero creo que eso no le impide ser una película con un gran mensaje. La película es hermosa y vale totalmente la pena dedicarle tu tiempo. Desafortunadamente el Covid 19 no le permitió llegar a los cines, pero puedes disfrutar de ella a cualquier hora a través de Disney+. Es momento de volver a ser niños de nuevo y esta película te entrega un tutorial de 90 minutos.