En homenaje valoran importancia en el cine de Xavier Robles
La trayectoria dentro del cine mexicano del guionista y director Xavier Robles, fallecido el pasado 24 de junio, tras haber sufrido un accidente automovilístico, fue recordada y celebrada en un emotivo homenaje, realizado por la Delegación Puebla de la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica (Canacine),presidida por el también productor y realizador Arturo Tay.
Este tributo tuvo duración de dos días, teniendo como escenario del Teatro de la Ciudad, el viernes 15 y el sábado 16 de julio respectivamente. En el primero de ellos, se llevó a cabo la exhibición de dos de las películas más reconocidas del oriundo de Teziutlan, Puebla: Las Poquianchis, de Felipe Cazals (México; 1976), su primer trabajo como guionista; y Rojo amanecer, de Jorge Fons (México; 1990).
En el segundo día, el sábado 16 de julio, se llevó a cabo la exhibición del documental A las nalgas de Juárez (México; 2020), realizado por Arturo Tay; al cual le siguió el evento principal del homenaje: un conversatorio con varias luminarias de la cinematografía nacional, siendo moderado por Fernando Turrent, en el que estuvieron presentes la primera actriz María Rojo; la compañera de vida de Robles y guionista Guadalupe Ortega; el primer actor Alberto Estrella; el crítico cinematográfico Alfredo Naime; y el propio Arturo Tay.
De igual manera, estuvo presente Fabián Valdivia, Director General del Instituto Municipal de Arte y Cultura (IMACP); en representación del Presidente Municipal Eduardo Rivera.
Durante el conversatorio, la primera actriz María Rojo también protagonista de los dos largometrajes exhibidos previamente dentro del ciclo, reconoció al director Felipe Cazals como “el mejor de todos los tiempos”; y subrayó la importancia de Xavier Robles en el cine de este realizador.
También mencionó la importancia de Xavier Robles en el cine de Cazals.
Habló de la generosidad de Robles cuando iban a filmar Las Poquianchis ; resaltando que el guionista le prestó las entrevistas hechas a las chicas, en las que se basó la cinta; para así lograr crear un personaje “mucho más completo”.
Contó además que Felipe Cazals le habló un día y le dijo “En dos meses filmamos”, a lo que ella preguntó: “¿Y el guion?”.
“Cazals me dijo se lo había encargado a Xavier (Robles). Yo sorprendida le cuestioné: ‘Felipe, ¿crees que en dos meses Xavier va a tener un guion? Es muy poco tiempo’. A lo que él me respondió: ‘Xavier tiene menos tiempo. En dos meses filmamos’”, lo que me sorprendió.
Guadalupe Ortega, esposa de Xavier Robles, recordó esta anécdota y añadió que el homenajeado hizo el guion en tan sólo 15 días.
“Xavier era una máquina de escribir. En cuanto le llegaba la idea, no se levantaba de la silla hasta tener una estructura literaria”, dijo sobre su compañero de vida.
El primer actor Alberto Estrella recordó sus años de infancia y adolescencia, donde iba al cine y amaba ver a grandes mujeres en la pantalla grande. “Mujeres como María Rojo, con la cual tuve la oportunidad de trabajar más adelante”.
También habló de la importancia que tenía Xavier Robles en esas historias y en su trayectoria como escritor cinematográfico. Recordó el trabajo que hicieron en Cementerio de papel (México, 2007; Mario Hernández); y la coherencia del guionista por realizar un cine político y pensante.
Por su parte, Alfredo Naime recordó y valoró el trabajo que hizo Xavier Robles para los jóvenes y su importancia en el área académica.
Para finalizar, Arturo Tay mencionó que “no hay nada más importante en la creación y el arte en general, que conocer lo que ya se ha hecho y aprender del pasado. De ahí la importancia de continuar mostrando el cine de Xavier Robles a las nuevas generaciones y a nuevos públicos, logrando así la inspiración artística”, concluyó.
Cabe mencionar que se contó con el apoyo de las autoridades de cultura poblanas; además de que, en 2013 y en 2015, la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica (Canacine) Delegación Puebla, otorgó un reconocimiento por su trayectoria y homenajeó la labor académica de Xavier Robles en los años respectivos, siendo de las pocas instituciones en reconocer su trabajo detrás de las cámaras.