Cashback como estrategia de bienestar financiero para los usuarios
*El sentimiento por la situación financiera actual se deterioró en su punto más bajo en 2022, reporta el INEGI
*Empresas como REWORTH optan por modelos que recompensen a los consumidores directamente a sus tarjetas de débito y crédito
*Programas como el cashback ofrecen ‘lealtad sin fricciones’, evitando a los negocios pérdidas económicas y de recursos, señala Raphael Kappeler
Agosto dejó un registro preocupante de la incertidumbre respecto al futuro de la economía por parte de los mexicanos. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la confianza del consumidor sufrió una caída en agosto 2022 de 0.4%, ubicándose en 40.9% puntos (desde 41,3 en el mes anterior), su nivel más bajo en 17 meses. Si bien no es posible detener esta percepción, las empresas ofrecen alternativas a través de programas de fidelización que nacen de las mismas dinámicas y comportamientos de los consumidores a la hora de hacer rendir su dinero.
“La preocupación y desconfianza evidenciadas por parte de los consumidores ante su entorno económico, se convierten en un claro estímulo para el desarrollo de modelos de negocio responsables que combinen elementos de tecnología, entornos digitales y compensaciones”, señala Raphael Kappeler Co-fundador y CEO de REWORTH, plataforma de programa de recompensas a través de cashback.
Empresas como REWORTH han apostado por modelos que bonifiquen a los consumidores directamente a sus tarjetas de débito y crédito, otorgándoles la libertad de elegir dónde y cuándo desean invertir su tiempo y dinero. “Por medio de estrategias de lealtad basadas en datos es posible conectar, incentivar y fidelizar clientes, se trata de soluciones que benefician tanto a los consumidores como a las marcas y bancos”.
En un afán constante por abarcar todas las necesidades de los consumidores, los bancos y minoristas se unen al desafío por obtener “lealtad sin fricciones” e invertir en campañas que no representen barreras para el consumidor. Inicialmente, los usuarios eran compensados mediante esquemas de puntos, millas o rifas de objetos, tácticas que demandan tiempo y representan un esfuerzo por parte de los clientes más que una recompensa, donde el usuario debe recordar llevar la tarjeta de puntos, descargar una app que solo utilizará en ciertas ocasiones o registrarse en un sitio que le enviará correos en spam.
“Al derribar los obstáculos entre los usuarios y sus recompensas, modelos como el cashback permiten ofrecer “lealtad sin fricciones”, evitando campañas mal enfocadas que conlleven pérdidas económicas y de recursos, obligando a los estrategas a echar una mirada a la mala implementación, replanteando objetivos porque simplemente los consumidores desaprovechan o no están interesados en el tipo de beneficio que se les ofrece. Y, ¿qué pasa cuando la marca o banco ofrece una bonificación donde el usuario decide, sin fricciones y de manera inmediata, en qué aprovecharla?, simplemente garantizan la lealtad y satisfacción del consumidor”.
“Las empresas se enfrentan a un consumidor más exigente que busca personalización e inmediatez, sin exponer sus datos o sacrificar su privacidad. Entonces un modelo como cashback es la triada perfecta”, sostiene Kappeler. Al optar por un esquema de compensaciones sin obstáculos, tres grupos se benefician principalmente: el usuario, al recibir un reembolso directo en su cuenta, ni tarjetas o aplicaciones adicionales; las instituciones financieras, al aumentar sus transacciones, consumo por ticket de compra y el índice de satisfacción de sus usuarios; mientras que los negocios generan nuevos clientes, ganan visibilidad, ventas y la lealtad a su marca.
Modelos como el cashback aumentan hasta un 80% la probabilidad de comprar de nuevo en una tienda, de acuerdo con la encuesta MIT Sloan Management Review. Un programa de cashback del 3% costará al negocio $1,575 dólares al mes y generará ingresos incrementales por $4,431, revela el estudio Generational Kinetics. Actualmente, la plataforma de REWORTH cuenta con la capacidad de exponer una marca o negocio en México ante 1.2 millones de potenciales clientes.
Los esquemas de recompensa en efectivo representan una oportunidad de generar lealtad hacia las marcas, pero también de contribuir -ya sea en forma de ahorro o premio- a los intereses de los consumidores, quienes actualmente anteponen su bienestar financiero, en un país donde el 84% de los ciudadanos se preocupa por sus finanzas, los más conscientes y precavidos en sus gastos representan un 68% y el 55% solo hace compras de lo esencial.
«Hoy en día, las marcas buscan devolverle el poder al cliente, al permitirle hacer del cashback y programas de lealtad una oportunidad para que pueda tener tanto poder económico como de elección, contribuyendo así a sus necesidades», concluye Raphael.