‘Nación. El origen de Hispanoamérica y la caída de la Monarquía Católica’, de Alfonso Mateo-Sagasta
Fondo de Cultura Económica
España nunca fue un imperio. Hasta el siglo xix el concepto de «España» debe adscribirse, ante todo, a un espacio geográfico (Peninsula Ibérica) y cultural. Los distintos territorios de dicha peninsula formaban parte de la Monarquía Católica, un agregado de reinos y señorios con diferentes leyes, idiomas y sistemas tributarios, un enorme poder supranacional de carácter patrimonial originado por una unión dinástica y ampliado luego por un proceso de conquista. A principios del siglo XIX, como consecuencia de la invasión napoleónica, ese gigante, cuya principal razón de Estado durante sus casi 300 años de existencia habia sido la defensa del catolicismo, colapso en medio de la cruenta guerra civil que supuso la pugna por imponer la soberania nacional. En el proceso (1808-1837) fueron nacien do las distintas naciones de Hispanoamérica y la misma España, después que Grecia y un poco antes que Italia y Alemania.