Estos son algunos de los autos deportivos más emblemáticos de las armadoras de F1
Hablar de las armadoras que impulsan a los monoplazas de Formula 1 es adentrarse en la historia automotriz. A lo largo de los años, los constructores han diseñado verdaderas joyas de ingeniería, creando vehículos que se han convertido en íconos deportivos.
Los Grandes Premios han funcionado como auténticos laboratorios de innovación, donde se ponen a prueba avances en seguridad, rendimiento y eficiencia. Muchas de estas novedades han trascendido las pistas para integrarse en estos autos de producción e incluso algunos modelos adoptan rasgos inspirados en la velocidad y el espíritu competitivo de F1.
Por ello, hemos reunido algunos de los vehículos deportivos de producción más emblemáticos de cada una de las armadoras que veremos en el FORMULA 1 GRAN PREMIO DE LA CIUDAD DE MÉXICO.
Alpine
Si bien en México quedó fuertemente arraigado el Dinalpin (debido a que se realizó una producción local de 693 autos), su hermano mayor, el Alpine A110 es el vehículo deportivo referente de la armadora francesa.
Presentado en 1962 en el Paris Motor Show mostró una hermosa silueta deportiva, evolución del A108. Su belleza se trasladó al mundo de los rallies, donde obtuvo grandes triunfos con el motor 1.1 litros y creó una base mundial de seguidores.
Aston Martin
La armadora británica posee un legado excepcional y uno de sus modelos más emblemáticos es el DB2 de 1950. Este Gran Turismo compitió en las 24 Horas de Le Mans y su diseño deportivo y elegante, lo convirtió en un objeto de deseo para toda una generación.
El DB2 destacó por su innovación tecnológica y excepcional maniobrabilidad. Su diseño revolucionario incluía un cofre de una sola bisagra y una silueta radical que sorprendió al mundo desde su presentación en Nueva York, con solo 411 unidades producidas.
Ferrari
Pocos nombres nos refieren tanto a los autos deportivos como Ferrari. Ya sea el F40 (preferido por Lewis Hamilton) o el 308 de Magnum (Tom Selleck), la marca del cavallino es la creadora de auténticas joyas del camino. Uno de estos vehículos emblema es el 250 LM.
En conjunto con Pininfarina, Ferrari mostró al mundo este V12 al mundo en el Paris Motor Show de 1963. Con 320 caballos de fuerza y una estética digna de museo, el vehículo compartía la plataforma Dino Sports Prototype del 250P. Solamente se fabricaron 32 unidades para ser ofrecidas al público, aunque la mayoría de los compradores fueron equipos de carreras.
Honda
La armadora japonesa se mantiene en F1 gracias a su convenio con Red Bull Racing. Dentro de su gama de diseños, el Honda NSX redefinió el concepto de los ‘sports cars’. Con chasis de aluminio y un motor 3.0 litros V6 de 270 caballos de fuerza, tuvo a Ayrton Senna como uno de los pilotos de prueba y desarrolladores, lo que le otorgó el brío, maniobrabilidad y agilidad que le caracteriza. Es, sin duda, una joya de la ingeniería.
McLaren
A pesar de que McLaren aumentó su producción de súper deportivos en los últimos años y colocó en el mercado piezas tan espectaculares como el Senna, P1 o el 570S Coupé, el preferido de la gran base de la constructora británica es el F1.
Con un motor V12 de 627 caballos de fuerza, consigue el 0-100 km/h en apenas 3.2 segundos y deslumbró al mundo con una velocidad tope de 386 km/h en 1992. Con la fibra de carbono como gran aliada, el McLaren F1 se convirtió en el auto de calle más veloz del mundo el 31 de marzo de 1998, con Andy Wallace al volante y un impresionante registro de 372 km/h.
Mercedes-Benz
El Mercedes-Benz 300 SL Gullwing (alas de gaviota) tuvo triunfos emblemáticos en la Mille Miglia sobre Ferrari y Aston Martin. Como se dio con la mayoría de los modelos de Mercedes, el “300” obedece a la cilindrada del motor y las letras “SL” significan “Sport Leicht” (deportivo ligero).
Con más de 3,000 unidades producidas, el ‘Alas de Gaviota’ fue un éxito en Estados Unidos y entre sus innovaciones destaca la inyección de combustible, lo que le colocó como el primer auto de producción con este sistema.
Estos emblemáticos vehículos muestran el ADN de competencia y desempeño de las armadoras que forman la parrilla de Formula 1. Una prueba de que lo aprendido en las pistas beneficia a los consumidores en las calles, y una demostración del espíritu deportivo que los distingue, manteniéndolos a la vanguardia de la innovación automotriz.