Bohemia Inmerxiva, Un ritual sonoro con matices agridulces
Por Ana Acosta Sañudo
La noche prometía ser mágica y, en muchos sentidos, lo fue. Bohemia Inmerxiva, la colaboración entre Love Academy y TONAL, ofreció una experiencia sensorial única donde la música, el ritual y la estética se fundieron bajo la luz de las velas. Con Renée Mooi como anfitriona principal, el evento fue un viaje emocional que celebró nuestras raíces y nos invitó a redescubrir el arte de vivir desde lo festivo, lo íntimo y lo espiritual.
La calidad vocal fue, sin duda, uno de los puntos más altos de la noche. Renée Mooi brilló con su interpretación intensa y vulnerable, acompañada por músicos invitados como Centavrvs, Nass Jerónimo, Mark Sandoval y su madre, cuya voz evocó una conexión profunda entre generaciones. Cada presentación fue un acto de entrega: voces potentes, afinadas y cargadas de emoción que hicieron vibrar a los asistentes.
El espacio estaba bellamente ambientado. Velas, inciensos, luces envolventes y detalles cuidados en cada rincón creaban una atmósfera cálida y ritual. La mezcla entre lo ancestral y lo contemporáneo se sintió genuina, con el cacao y el mezcal funcionando no solo como bebidas, sino como símbolos de conexión y celebración.
Sin embargo, no todo fue armonía. La organización dejó mucho que desear. Desde el acceso hasta la disposición del espacio, hubo confusión entre asistentes y staff, largos tiempos de espera y poca claridad sobre los momentos del programa. El diseño de experiencia tan bien pensado en lo sensorial, pareció no considerar del todo la logística básica para que los asistentes pudieran vivirlo con fluidez.
A pesar de ello, Bohemia Inmerxiva cumplió con lo esencial: tocó emociones, invitó al cuerpo a moverse, y dejó una sensación de conexión profunda entre arte, música y comunidad. Solo queda esperar que en futuras ediciones se resuelva la parte organizativa, para que la forma esté completamente a la altura del fondo.