5 ‘Red Flags’ de tu auto y cómo atenderlas para evitar el riesgo
Cada mañana, más de 58 millones de vehículos en México se ponen en marcha. La mayoría recorre las mismas calles, avenidas y carreteras sin saber que, en cualquier momento, algo que parecía insignificante puede desencadenar un problema mayor.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), al año se registran más de 381,048 accidentes de tránsito en zonas urbanas y suburbanas del país. Las cifras indican que en 2023 (dato más reciente), se registró el tercer año consecutivo con aumento en los incidentes viales y el nivel más alto desde 2015.
Esto significa que los accidentes no solo se deben a imprudencias al volante. Si bien el exceso de velocidad y el consumo de bebidas alcohólicas siguen figurando como causas principales, según cifras oficiales, también hay un porcentaje importante de accidentes en los que la causa no puede determinarse de manera inmediata por el conductor.
Son esos eventos que en primera instancia podrían parecer «inexplicables» los que, muchas veces, se derivan de descuidos silenciosos: anomalías que pasan desapercibidas porque no generan ruidos, no encienden testigos en el tablero ni alertas evidentes, pero que terminan comprometiendo la seguridad del vehículo.
Y es aquí donde entra en juego la prevención informada. Zurich México explica que estas son las 5 «Red Flags» que no deben ignorarse para evitar el riesgo de accidentes:
1. Dirección hidráulica dura al iniciar la marcha, pero normal después de calentar
Muchos conductores creen que es normal que la dirección se sienta rígida al encender el auto en las mañanas frías. Sin embargo, esto puede indicar un nivel bajo de líquido de dirección o desgaste prematuro en la bomba hidráulica. Ignorarlo podría derivar en la falla total del sistema de dirección mientras conduces, especialmente en maniobras a baja velocidad o estacionamiento.
2. Olor a combustible en el exterior del vehículo después de repostar
Un olor ocasional a gasolina al cargar combustible puede parecer normal, pero si persiste unos minutos después, es señal de fugas en el sistema de retorno de combustible o en el tapón del tanque. Estas pérdidas son imperceptibles al ojo, pero aumentan el riesgo de incendios y contaminan el ambiente.
Es importante inspeccionar visualmente el área alrededor del tanque y el tapón. Al detectar humedad o goteo, acude a un taller de inmediato. Las fugas en la línea de combustible pueden generar riesgos de incendio incluso en trayectos cortos.
3. Desgaste irregular en la parte interior de los neumáticos
Mientras el exterior de la llanta parece estar en buen estado, el desgaste interior puede estar consumiendo la banda de rodamiento sin que te des cuenta.
Esto suele ser consecuencia de una alineación incorrecta o problemas en los bujes de suspensión, y puede terminar en pérdida de adherencia repentina, sobre todo al tomar curvas o frenar de emergencia. Se recomienda realizar periódicamente un desmontaje de llantas y verificar el desgaste de manera integral, además de una alineación y balanceo hasta dos veces al año.
4. Vibraciones en el pedal de freno al detenerte suavemente
Muchos conductores solo perciben fallos en el sistema de frenos cuando estos hacen ruido o el pedal se hunde. Pero si sientes una ligera vibración en el pedal al frenar de forma progresiva, podría ser síntoma de discos de freno deformados o pastillas con desgaste desigual. Esta condición incrementa las distancias de frenado y puede provocar desvíos involuntarios al detenerte.
Lo recomendable es realizar una inspección de frenos profesional cada 10,000 kilómetros, para determinar si es suficiente con una rectificación de discos o si se requiere el reemplazo de pastillas.
5. Ligero zumbido en el cofre al superar los 60 km/h
Si escuchas un zumbido tenue que aumenta con la velocidad, puede tratarse de un rodamiento desgastado o problemas en la transmisión. Aunque inicialmente es apenas perceptible, el deterioro de estos componentes puede derivar en el desprendimiento de una rueda o bloqueo repentino.
Cada una de estas «Red Flags» puede parecer menor hasta que el daño es evidente. Lo que inicia como una vibración sutil o un zumbido discreto puede ser el aviso de un problema mucho mayor. Y aunque atender estas señales es esencial, contar con el respaldo de un seguro de auto es parte fundamental de cualquier estrategia de prevención.
Un seguro adecuado no solo cubre los daños derivados de un accidente, también protege contra los imprevistos que muchas veces no podemos evitar: descomposturas en carretera, robos parciales o totales, y hasta daños a terceros en caso de un siniestro.
Cuidar de tu auto no termina en el volante ni en el taller: se trata de contar con todas las herramientas que te den tranquilidad, porque la seguridad vial empieza antes de arrancar el motor.