La AMECH llama a una revolución en la inclusión laboral femenina
En el marco del Día Internacional de la Mujer, la Asociación Mexicana de Empresas de Capital Humano (AMECH) lanza un llamado contundente a transformar radicalmente el entorno laboral para las mujeres en México.
De acuerdo con el Banco Mundial las mujeres representan el 52% de la población mexicana, pero su participación en la fuerza laboral es de apenas el 45%, en contraste con el 77% de los hombres.
En ese sentido, Francisco Martinez Domene, presidente de la Amech resaltó que, “No se trata solo de cerrar brechas, sino de reconstruir las estructuras laborales con una perspectiva verdaderamente inclusiva y disruptiva ya que la brecha salarial de género sigue siendo uno de los desafíos más persistentes en el entorno laboral mexicano».
De acuerdo con cifras del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), las mujeres ganan en promedio solo 87 pesos por cada 100 que ganan los hombres, una disparidad que, a pesar de las mejoras graduales, continúa siendo inaceptable. Este desajuste salarial no solo afecta la autonomía económica de las mujeres, sino que también refleja una estructura desigual en las oportunidades profesionales disponibles para ellas.
Por otro lado, la subrepresentación femenina en posiciones de liderazgo es igualmente preocupante. El IMCO refiere que apenas el 3% de las empresas en México cuentan con una mujer como directora general, y solo el 13% de los asientos en los consejos de administración están ocupados por mujeres. Esta falta de representación en los altos mandos no solo limita las oportunidades de las mujeres para influir en decisiones clave, sino que también priva a las empresas de los beneficios de una diversidad de perspectivas en la toma de decisiones estratégicas. La transformación de estas estructuras es crucial para avanzar hacia un entorno laboral más equitativo y dinámico, donde las mujeres puedan alcanzar su verdadero potencial en el ámbito profesional.
Ante ello, el presidente de la AMECH indicó que «Es imperativo que dejemos de hablar de inclusión como una meta lejana y comencemos a implementarla como una realidad disruptiva. Las mujeres no solo deben participar en el entorno laboral; deben liderarlo, transformarlo y redefinirlo. La AMECH se compromete a impulsar políticas y prácticas que no solo cierren brechas, sino que eliminen las barreras estructurales que han perpetuado estas desigualdades. La verdadera transformación solo será posible cuando las mujeres ocupen espacios de poder y decisión, no solo como participantes, sino como motoras del cambio».
En ese sentido la AMECH, cito el ejemplo de otros países que están tomando acción en este sentido y que han logrado avances significativos como es el caso de Suecia que ha sido pionera en políticas laborales inclusivas para las mujeres, implementando un sistema de licencia parental compartida. En este modelo, ambos padres tienen derecho a un tiempo significativo para cuidar a sus hijos, lo que ha permitido una mayor igualdad en el hogar y una mayor participación femenina en la fuerza laboral. Actualmente, el 80% de las mujeres suecas se encuentran activas en el mercado laboral, y las brechas salariales se han reducido significativamente en las últimas dos décadas.
Por otro lado, está el ejemplo de Islandia que ha adoptado una legislación que obliga a las empresas con más de 25 empleados a obtener una certificación de igualdad salarial. Esta medida ha reducido la disparidad salarial y fomentado un entorno de trabajo más equitativo. Además, Islandia tiene uno de los sistemas de licencias parentales más generosos del mundo, con nueve meses de licencia para los padres, que se pueden compartir entre ambos padres, asegurando que las mujeres no sean las únicas que asuman la carga de cuidar a sus hijos.
Adicionalmente Canadá también ha tomado pasos significativos hacia la inclusión de las mujeres en el entorno laboral, implementando políticas que exigen que las empresas tengan planes de acción afirmativa para promover la contratación y promoción de mujeres, especialmente en puestos de liderazgo. Las políticas de conciliación de la vida laboral y familiar, como las opciones de trabajo remoto y horarios flexibles, son altamente valoradas y fomentadas en muchas organizaciones canadienses, lo que ha mejorado la retención de talento femenino en el sector corporativo.
De acuerdo con un estudio de McKnsey, la implementación de políticas inclusivas no solo mejora la equidad, sino también los resultados financieros. Empresas con una mayor participación femenina en sus consejos de administración son un 25% más rentables.
Bajo ese contexto, la AMECH exhorta a que la iniciativa pública y privada trabajen en conjunto para transformar el entorno laboral para las mujeres a través de acciones que fortalezcan el talento femenino en posiciones de liderazgo y consejos de administración, fomentando una mayor representación en la toma de decisiones estratégicas.
Además, impulsará políticas salariales transparentes que garanticen la equidad en la remuneración, eliminando cualquier forma de discriminación económica, una medida clave para el crecimiento empresarial. De acuerdo con un estudio de Boston Consulting Group, las empresas que promueven la equidad de género tienen un 33% más de probabilidades de superar a sus competidores en términos de crecimiento e innovación.
Aunado a ello el presidente de la AMECH hizo un llamado a la flexibilidad laboral ya que permite que las mujeres puedan equilibrar su vida profesional y personal sin limitar su crecimiento.
La AMECH hace un llamado a todas las empresas y organizaciones a unirse en esta revolución laboral, reconociendo que la verdadera competitividad y sostenibilidad se logran solo cuando las mujeres son participantes plenas y líderes en el mundo laboral. Este cambio no solo es necesario, sino urgente.