Camina o muere, la mejor adaptación de King
Francis Lawrence dirige Camina o muere, basada en la novela corta de Stephen King, La larga marcha, en torno a un futuro distópico en el que una crisis económica y militar ha sumergido a los Estados Unidos en un caos. Así, para solventar las necesidades de algún pequeño sector de la población, el gobierno norteamericano crea una prueba definitiva, la de ofrecer riqueza absoluta a través de una letal competencia protagonizada por jóvenes, quienes deberán caminar hasta que uno quede de pie, literalmente, ya que los que no puedan mantener el paso, son asesinados sin piedad.
Garraty (Cooper Hoffman) se torna en el protagonista de la historia al no sólo intentar la victoria, también, aglutinar a los contendientes en una competencia estable sin que rencores u otro tipo de intrusiones afecten al pelotón, sin embargo, conforme el camino avanza, las envidias y la desesperación corroe a los atletas, revelando los oscuros secretos de cada uno. Por su parte, Garraty oculta la mayor parte del tiempo el motivo por el cual compite, provocando mayor dramatismo a la cinta.
Sin duda, se trata de la mejor adaptación cinematográfica de una obra de King, gracias a la cercana fidelidad con el texto (aunque el final literario y el fílmico no es el mismo) y a la riqueza del guion, repleto de diálogos trascendentales para la comprensión de las acciones de lo que NO vemos en pantalla. Destaca Mark Hamill, el mismísimo Luke Skywalker, como El Mayor, una figura autoritaria que representa el estado de la situación política de esa Unión Americana (al menos en el universo de King). No faltará el despistado que compare Camina o muere con Los juegos del hambre o La purga, sin embargo, La larga marcha se publicó en el distante 1979, cuando el buen Stephen el amo y seños del terror.