EDC 2024, una fiesta electrificante
Por Samantha Ordoñez
La edición 2024 del Electric Daisy Carnival (EDC) cautivó al público en el Autódromo Hermanos Rodríguez durante viernes, sábado y domingo. La música electrónica se convirtió en la invitada de honor durante tres días de júbilo y emoción. Los nueve escenarios del evento se vieron repletos durante las horas nocturnas en que se vivieron veladas inolvidables para los fans de este grandioso carnaval.
Desde las 20:00 horas del viernes estallaron los sonidos de los DJ’s tornándose en movimientos imparables de los miles de asistentes a esta décima edición. La música de Artbat, Zedd, Mind Again, Bob Moses, Camelphat, John Summit, Carl Cox, Versa, Yellow Claw, entre otros, ofreció dinámicos sets para el deleite de los presentes que gozaron del ritmo frenético en una noche calurosa.
Uno de los momentos más esperados aconteció en punto de las 2:00 de la madrugada cuando Alesso hizo su aparaición en el kineticField con estridente volumen. La gente hizo retumbra el Autódromo con brincos y gritos que auguraban un cierre ciclónico con el lanzamiento de fuegos artificiales, sin embargo, ante la contingencia ambiental de la Ciudad de México, se tuvo que posponer dicho desenlace el cual hubiera sido apoteósico.
Para el sábado la emoción no cambió. Desde la calurosa tarde, la audiencia hizo acto de presencia en los juegos mecánicos del EDC. Jóvenes en ropas ligeras, con rostros y cabellos repletos de «brillitos» trepaban a la rueda de la fortuna, al carrusel y a las sillas voladoras sin dejar caer sus vasos cerveceros. La alegría y las risas resonaban por doquier en esta festividad que celebra a lo mejor del electro house y el dance.
No faltaron los disfraces conforme arribaba la noche. Dinosaurios, hadas, seres de ultratumba, personajes de manga, osos y un sin fin de extrañas personalidades poblaron los escenarios del EDC, mostrándose muy animados con la música de Lokier, Malone, Roderic, Rosa Pistola, Wade, Súbelo Neo, Goodboys, Malandro, Daaz, entre otros muchos artistas provenientes de diversas partes del mundo. El gozo de su música trascendió países y lenguas, convirtiéndose en un placer total, mágico, capaz de elevar el espíritu a la estratósfera fiestera.
Cerca de las dos de la madrugada apareció el emblemático David Guetta para cerrar la jornada, la cual tampoco vivió los fuegos pirotécnicos en espera que el domingo por fin puedan iluyminar la noche sobre el Hermanos Rodríguez.
Pudiera pensarse que el domingo asistiría menos gente ante la amenaza de iniciar el lunes la jornada laboral, sin embargo, una vez más, los escenarios se mostraron colmados con un público que contagiaba su buena vibra. Como elemento nuevo de esta décima edición, el EDC optó por vender el vaso conmemorativo, pero si el público quería casi todo su dinero de vuelta, se podía canjear a la salida, aunque obviamente, gran cantidad de la gente decidió llevarse el preciado objeto.
Como tremendo cierre, en la madrugada se presentaron tres de los más reconocidos DJ’s de los últimos años: Steve Aoki, Skrillex y Armin van Buuren, quienes dividieron el corazón de los asistentes. Destacó Aoki con una mezcla que incluyó música mexicana como Cielito lindo y El rey, que causó furor. Así, y ya sin la contingencia ambiental, estallaron en el cielo de la Ciudad de México los ansiados fuegos artificiales, cerrando una exitosa versión del EDC.