“Memoria”, más que sólo una película

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En la película “Memoria”, el director tailandés Apichatpong Weerasethakul, plasma una serie de reflexiones que involucran diversos puntos que se presentan como un amplio rompecabezas, en donde todas esas piezas forman parte de una verdad, la cual se puede vislumbrar como un sonido que es más que solo un sonido.

Este es el sexto largometraje del director y fue proyectado en el Festival de Cannes en donde fue galardonada con el Premio del Jurado en la competencia oficial en su edición 74.

La cinta de Weerasethakul, requiere de una total y completa atención del espectador debido a esos planos de cámara fija en donde aparecen e interactúan los personajes, pero más porque se vale de manera arraigada de los sonidos, no solo uno, sino varios y en diferentes partes que bien se podrían dividir entre dos: sonidos de la ciudad y sonidos de la naturaleza.

 

Para describir la trama de “Memoria”, Peter Bradshaw de The Guardian escribió: «Swinton interpreta a Jessica, una inglesa expatriada que vive en Medellín y dirige un negocio de jardinería comercial que vende flores; está en Bogotá visitando a su hermana Karen y a su esposo, Juan, porque Karen está enferma en el hospital con una misteriosa afección respiratoria. Una noche, Jessica se despierta de un sueño por un extraño estallido o boom sónico. ¿Qué está pasando?».

Jessica (Tilda Swinton), comienza un viaje para encontrar el por qué escucha ese sonido, comenzando en la ciudad y pasando por varios lugares hasta que va a dar a la selva, en donde conoce a Hernan, un hombre solitario que tiene una visión acerca de la vida, una visión fuera de la misma vida.

 

En esta parte es quizás en donde todos los puntos recobran sentido, en donde se descubre que ha pesar de que el personaje de Jessica no es nativa de Colombia, conecta de manera mental con las memorias de Hernan, a través de sus experiencias y de cómo reconoce su propio origen, no son las ideas de Jessica pero como si lo fueran, porque hay un algo que hace que exista esa conexión.

No necesariamente el filme implica una narrativa lineal como comúnmente se suele utilizar, si no que más bien se podría señalar como un conjunto de ideas y de reflexiones que son englobadas por una sola premisa, como si fuera una especie de sueño que se mueve entre lo real y lo metafísico. No se sabe en primera instancia qué es real y qué no lo es.

Weerasethakul hace la reconstrucción de una memoria propia de Colombia que pueda ser representada por medio de su historia, por medio de simbolismos, de lugares, de personas. Es más bien una larga y profunda reflexión de como el pueblo tiene la necesidad de salir de la ciudad y comenzar un viaje hasta llegar a la selva, en el origen. Ahí está la verdad de lo que resuena en su mente y les tocará desenterrarla. En donde está aquel sonido,  que como individuos pueden escuchar, ahí hay verdad y nade más puede escucharla, hasta encontrar a otro ser que conecte con ese mismo pensar.

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