El gran interés en los autos eléctricos
Astypalea es un futuro laboratorio de descarbonización en Europa. En casi tiempo real, Volkswagen obtiene valiosos conocimientos del cambio a la movilidad eléctrica y los incentivos necesarios para un estilo de vida sostenible. Pero, ¿cómo se sienten los residentes de Astypalea respecto a esta revolución de movilidad y energía? Charlamos con Bettina Mohn, una ciudadana alemana que lleva más de 25 años viviendo en Astypalea.
“No soy de aquí, pero esta isla me robó el corazón hace mucho tiempo” — esto es algo que se escucha mucho cuando se habla con la gente de la isla griega de Astypalea. El número de locales que nacieron aquí se ha reducido en las décadas recientes. Pero el turismo ha abierto nuevas fuentes de ingresos y atrajo a nuevas habitantes a la isla —predominantemente de Grecia, pero también del extranjero. Gente como Bettina Mohn, quien es originaria de Frankfurt.
La expatriada alemana Bettina visitó por primera vez la isla en el sur del Egeo en 1982. Se mudó a Astypalea en 1996. El pasatiempo favorito de Bettina estos días es cuidar su gran jardín, donde el romero crece tan alto como los pequeños árboles de otros lugares. Los viejos arbustos de albahaca con tallos leñosos están dispersos entre higueras y olivos. Bettina valora vivir de la naturaleza y con ella, comprender y respetar lo que ofrece, y lo ha hecho a lo largo de su vida.
“La naturaleza nos da todo lo que necesitamos si la entendemos y la tratamos bien”, asegura Bettina. Esta idea básica encaja muy bien con el plan de establecer un sistema de movilidad y energía sustentable en la isla, que dependerá casi exclusivamente de la electricidad generada localmente por el sol y el viento.
El reto del cambio climático
En sus más de 25 años en Astypalea, Bettina Mohn ha desarrollado una gran conciencia de los cambios en el delicado ecosistema de la isla. “Llueve menos. La isla solía ser verde en primavera, ahora es marrón todo el año en muchos lugares”.
Bettina vive en el verde valle de Livadi debajo del embalse y quisiera que el delicado equilibrio entre turismo y naturaleza en la isla se manejara con delicadeza: “No estoy en contra de la energía eólica o la energía verde”, dice. Pero tiene que integrarse al paisaje. Al igual que los pequeños parques solares que se encuentran en diversos lugares de la isla.
La energía generada de manera sostenible es, en opinión de Bettina, el requisito previo para la ganancia ambiental, y para los autos eléctricos que darán forma a la movilidad futura en Astypalea. La primera fase de los planes prevé establecer un sistema fotovoltaico con una capacidad de tres megavatios hora para 2023. Un sistema de baterías con una capacidad de siete megavatios hora asegurará que siempre haya suficiente energía, incluso cuando el sol no esté brillando. Como primer paso, esto tiene como objetivo reducir las emisiones de carbono en un 50 por ciento.
El plan es que el nuevo sistema de energía satisfaga el 80 por ciento de la demanda para 2026, incluidos los aproximadamente 1,000 vehículos eléctricos (autos y scooters) que estarán circulando en la isla en ese momento. La energía verde generada localmente también hará que los generadores a diésel que actualmente producen la energía de la isla sean obsoletos.
Muchos locales están muy interesados en los autos eléctricos
La mayoría de los isleños se ganan la vida del turismo. Un gran número de visitantes vienen de Grecia continental en el verano buscando sol, arena y buena comida. “Aquí no hay grandes hoteles; este lugar es pequeño, privado y acogedor. Creo que eso es lo que le gusta a la gente de Astypalea. La comida es buena porque hay buenos productos locales”. En temporada baja, son principalmente italianos y alemanes los que acuden a la isla, buscando paz y tranquilidad.
Bettina cree que los autos eléctricos podrían funcionar bien en la isla: “Algunas personas ya han pedido un automóvil eléctrico y muchos han expresado gran interés”, señala. Después de todo, es obvio que los recursos de la tierra son limitados, incluido el petróleo. Por lo que es hora de buscar alternativas. ¡Esto está provocando que la popularidad de los modelos eléctricos up!1, ID.32 e ID.43 de Volkswagen se eleve considerablemente en Astypalea.
El cambio no se da de la noche a la mañana, como puede testificar Bettina. “Me enamoré de este lugar como destino vacacional a primera vista”, recuerda. Pero, en un inicio, ella no tenía ningún interés en vivir en Astypalea. El poblado de Chora se veía muy diferente a principios de la década de 1980. Las casas del pueblo antiguo debajo del castillo veneciano (“Castro”) no estaban tan bellamente restauradas no pintadas en azul y blanco como lo están hoy. La gente de Astypalea prefería construir nuevas casas fuera del pueblo antiguo en ese entonces — las viejas casas sin baño o inodoro estaban disponibles para su compra a precios bajos. Ahí es donde Bettina siempre pudo encontrar un lugar accesible para vacacionar.
Tan pintoresco como es el pueblo principal, una vez que se deja de la calle principal, sólo se puede acceder a muchos rincones remotos de la isla a través de caminos sin asfaltar, llamados “caminos de tierra”. Bettina los recorrió con un viejo vehículo todoterreno durante muchos años, el cual ahora se encuentra inactivo en su propiedad. “¿Podrán andar los autos eléctricos por estos caminos? Muchos agricultores tienen que subir las laderas de las montañas por los caminos de grava todos los días”, se pregunta. Sin embargo, las pruebas avanzadas handemostrado que esto no plantea ningún problema. Los senderos de la isla son fáciles de recorrer para los autos eléctricos como el VW ID.4.
El conocimiento es importante para crear algo nuevo
Bettina ha estado cuidando sus propios jardines desde el principio. Muchas plantas se pueden cultivar durante todo el año en Astypalea. “A diferencia de Alemania, julio y agosto son los peores meses. Hay mucho viento, el sol es muy fuerte”, comenta Bettina. Pronto aprendió de los lugareños cómo complementar el menú con productos de jardín durante todo el año. Siempre hay algo que cosechar y procesar.
Saber dónde encontrar hierbas y el mejor momento para cosecharlas le valió a Bettina Mohn la reputación de ser una “experta en hierbas”. Actualmente, ella misma cultiva muchos de ellas: “Siempre me fascinó lo que crece aquí. En Alemania se compra albahaca en una maceta de plástico y no tarda mucho en marchitarse. Aquí se crece tan grande que difícilmente se puede dejar de recortarla”, añade. La naturaleza lo regula todo.
Es una historia diferente cuando se trata de un proyecto de transformación orientado a la movilidad sostenible, que sólo puede hacer justicia a su función como modelo a seguir para otras regiones remotas a través del monitoreo constante y lograr que la comunidad participe. Por eso los científicos están observando y evaluando sistemáticamente el proyecto. Bettina está convencida de que “sólo se puede crear algo nuevo si le preguntas a la gente de Astypalea si le interesa el cambio y cómo se sienten al respecto, y si los incluyes en la toma de decisiones”.