También se realizaron en diferentes comunidades talleres para mujeres, en donde se abrieron espacios para fomentar la sororidad, compartir experiencias con otras mujeres y reflexionar sobre sus sueños. Al principio les resultó difícil identificar sus sueños personales, ya que no estaban acostumbradas a pensar en ellas ni en sus prioridades, lo que hizo que las actividades tuvieran un mayor impacto, pues les brindó la oportunidad de pensar más allá de su realidad actual, como se refleja en los siguientes testimonios:
“Nunca me había detenido a pensar en mí, en lo que yo quería. Cuando lo hice, me di cuenta de que tengo capacidades y abrí mi propio negocio”. —Mujer, Zongolica (Veracruz).
“Participar en los talleres de Sueña, ahorra, alcanza me ayudó a cambiar la forma de ver mi realidad. Antes, se creía que como madre o como mujer mayor, ya no se podía soñar con aprender, lograr o aspirar a algo más. Ahora sé que puedo sobrepasar los obstáculos y que mis metas se pueden lograr sin miedo a ser juzgada.” —Mujer, Tequila (Veracruz).
El programa Sueña, Ahorra, Alcanza aportó cambios relevantes para las familias, niñas, niños y mujeres que participaron en el programa. Estos incluyen la comprensión de la distinción entre necesidades y deseos, la identificación de metas y la adquisición de habilidades relacionadas con la planificación, el ahorro, el trabajo, el manejo del dinero y la consecución de sueños. Las familias, las niñas y los niños ahora reflexionan sobre sus metas y acerca de cómo pueden alcanzar sus sueños. De igual forma, las familias ahora buscan sueños en común con sus hijos. Para esto se han comenzado a fijar metas en conjunto y así buscar la mejor forma de ahorrar y lograr sus sueños. También, hoy en día integran estrategias para ser más conscientes de sus patrones de gasto.
Estos cambios se observaron a través de diferentes actividades del programa con grupos de mujeres, en las aulas, en los talleres familiares y en eventos comunitarios. Algunos de los facilitadores comparten las siguientes historias:
“Un grupo de mujeres de Fortín, Veracruz, que antes de los talleres de Sueña, Ahorra, Alcanza no se conocían, reconocieron que tenían un sueño en común. Este sueño era crear un huerto. Se organizaron como comunidad para hacer realidad este sueño y, a partir de ese momento, se reúnen para compartir sus experiencias, inseguridades y sueños y así seguir trabajando por su comunidad y por su bienestar.” —Facilitadora, Fortín.
«Su y su madre se plantearon la posibilidad de comprar una cama. Acordaron trabajar juntas para hacer un plan y ahorrar para comprarla. Decidieron comprar solo lo necesario y dejar de lado sus deseos para así poder ahorrar dinero. También ayudaron a su abuela a hacer postres para ganar un dinero extra. De esta manera, después de algún tiempo, lograron su meta” —Cuidador, Yucatán.