Recuerdos mortales, un thriller a la Crowe
El director Adam Cooper estrena Recuerdos mortales, basada en la novela de E. O. Chirovich, El libro de los espejos, y protagonizada por Russell Crowe, quien interpreta a un ex detective, Roy Freeman, enfermo de Alzheimer, aunque está siendo tratado con una terapia experimental. El problema para Freeman inicia cuando el presunto culpable del asesinato de un prominente psicólogo, le pide ayudarlo para evitar la pena de muerte. Así, Roy destapará una cloaca que podría amenazar su existencia.
Acompañan a Crowe en los roles protagónicos, Karen Gillian, interprendo a Laura Baines y Martin Csokas como el psicólogo finado Joseph Wieder. La película es un thriller interesante aunque un tanto predecible, en el que el veterano histrión encarna a este detective alicaído, intentando responder al llamado de ayuda. En ese periplo, descubrirá que su pasado, el cual olvida poco a poco por la enfermedad, no era tan recto como él suponía.
Al investigar si existió otro culpable en el asesinato de Weaver, Freeman se topará con personajes oscuros y vengativos, aunque a final de cuentas nada será lo que parece. La altota pelirroja, Gillian, da vida a la ayudante del psicólogo, una especie de femme fatale moderna, ya que el cine buena ondita ya viste con mucha ropa a este tipo de seductores personajes. La simpática Karen, más acostumbrada a la comedia, luce incómoda en este rol, un tanto caricaturesco.
Sin embargo, la trama es interesante, tratando de mezclar el típico elemento de quién fue el asesino con una conspiración académica a gran escala. Si eres fan de este tipo de historias gozarás de principio a fin, al tiempo que te quebrarás la cabeza tratando de adivinar el desenlace, ¿o no?