Ambientes estéticos y simples que ayudan a los niños a ser más organizados
A lo largo de la vida, el orden y la organización actúan como guías del camino para tener una vida equilibrada y feliz. Estos valores que se aprenden principalmente en el hogar, ayudan a crecer con estabilidad desde pequeños y aunque es más común que los adultos sean los encargados del orden en el hogar, es importante que los más pequeños del hogar aprendan a guardar y organizar sus cosas, ya sean juguetes, libros, ropa o materiales de la escuela.
Según un estudio publicado en la revista American Journal of Public Health , los niños que tienen habilidades sociales y emocionales bien desarrolladas desde pequeños, tienen más probabilidades de ser felices y saludables en la adultez, sugiriendo que las habilidades que se adquieren en la infancia pueden tener un impacto duradero en el bienestar emocional.
“Los niños que crecen en ambientes ordenados experimentan una sensación de seguridad que les permite desarrollar sus actividades plenamente, el poner cada cosa en su lugar y saber dónde encontrarlo les deja tiempo libre para ser creativos y convivir en familia; es algo inconsciente que hasta que uno es adulto puede entender el por qué los padres fomentan que los niños ordenen sus juguetes por sí mismos”, indicó Heorhi Sivokhin, Sales Leader en IKEA México.
Saber dónde están los juguetes favoritos o los libros más queridos, brinda comodidad y autonomía desde pequeños, pero el orden en el desarrollo infantil no solo beneficia a los pequeños; también a los padres quienes con organización en el hogar, simplifican las tareas diarias y logran tener tiempo de calidad para convivir y realizar otras actividades. Al establecer rutinas y sistemas de organización efectivos, los padres pueden disfrutar de una convivencia más armoniosa y dedicar más tiempo de calidad a sus hijos.
Pensando en estas necesidades, la empresa sueca de diseño y decoración IKEA, ha desarrollado sistemas de almacenamiento que se pueden adaptar a cualquier espacio y que se pueden ir modificando tanto en estilo como en tamaño a lo largo del tiempo, según las necesidades de los niños. Como las estanterías TROFAST o KALLAX, donde se pueden elegir colores, materiales y diseños según las necesidades; o muebles pequeños para crear espacios especiales como MAMMUT o LÄTT.
“Un ambiente ordenado fomenta la concentración y el aprendizaje, además de brindar a los niños valores como la responsabilidad, el respeto hacia los objetos y el espacio compartido; hay espacios para compartir en familia o con visitas y otros para guardar los objetos más preciados y personales”, puntualiza Heorhi Sivokhin.