Alejandro Camacho se transforma en “La virgen loca”
¡A escena!
En un escenario rústico, casi conventual, un gran salón de antigua casa provincial, rodeado de imágenes de santos, oscuro, enmohecido por el paso del tiempo habita “La virgen loca”, una mujer que presume 176 años de edad y la memoria de un elefante.
Desde su entrada con aire triunfal, la anciana atrapa al público, los vuelve sus cómplices, íntimos, mudos testigos de sus relatos de una vida que se extinguió hace decenas de décadas.
La virgen loca le pide a San Antonio un barón, como sea o lo que sea, con tal de perder la virginidad tan celosamente guardada durante su larga vida, pues asemeja una muerta que sobrevive pese a la terrible soledad que sufre y trata de mitigar compartiendo sus recuerdos de juventud.
Con la madurez de sus años, su gran experiencia actoral que le han dado las “tablas” para pararse con gallardía en cualquier escenario, Alejandro Camacho hace suyo el Foro Usigli, con todo y público que se le entrega apenas verlo aparecer, personificando a esa anciana que de tanto esperar el amor y guardar su tesoro para el hombre ideal, enloquece al punto de considerarla una “virgen loca” capaz de reclamarle al santo del amor le consiga un hombre e incluso llegar al extremo de pensar en vender todas sus propiedades para montar una casa non sancta en la ciudad, donde ella como gran madame regentearía a las chicas para que atendieran con esmero a los machos en busca de pecado y así encontrar más rápido al marido indicado, pero no, ella educada a la antigûa, con sólidos principios morales y en tradicional temor a Dios, se arrepiente y rechaza los pensamientos pecaminosos de inmediato para regresar al santo al que ya no le pide, le exige un hombre.
Escrito por Hosmé Israel y dirigido por Enrique Pineda este monologo que en el papel aparece como drama, bien puede considerarse una tragedia cómica o comedia trágica en un acto, de acuerdo al tono que le imprima Camacho, que hace lo que le da la gana con el escenario y el público, que al final lo ovaciona de pie, en merecido reconocimiento a su arte actoral.
Obra imperdible de corta temporada en el foro Usigli, del teatro enclavado a la entrada del antigûo pueblo de Coyoacán.
