Regresa Don Juan Tenorio al desnudo.
Como cada año al llegar octubre y durante la temporada de muertos aparece una obra de teatro clásico que este mes cumplirá 180 años de su primera representación en México, Don Juan Tenorio, la pieza más reconocida de José Zorrilla, toda una tradición del teatro mexicano, pero esta vez más descarnada, vigente y al desnudo por cómo muestra a los personajes sin máscaras ni romanticismo.
Entrevistado en exclusiva, su productor, director y actor Noé Alvarado quien además produce su séptima temporada este año explicó: “En esta propuesta se respeta el clásico tal cual, es una de las ventajas que tenemos con el texto que va como lo escribiera don José Zorrilla, solo que nos atrevimos a desnudar a los personajes, a quitarles la máscara de la poesía, del verso bonito, porque está muy bien hecho, muy romántico, es el romance de la época y es cierto, el verso se hizo para escucharse, sin embargo esta es una obra de teatro y tiene que verse para sentirse, para vivirla y también no solamente estamos apostándole a esa fidelidad al texto sino también a un montaje de teatro muy interactivo; en el Instituto Cultural Helénico, que es un espacio maravilloso, un ícono porque se presta muy bien para poder mezclar este viaje que el público vive como experiencia de trasladarse a esos años donde se llevaba a cabo el Don Juan Tenorio en el siglo XVI y convive con los personajes prácticamente dentro de la Hostería del Laurel, donde brindan porque se les comparte vino tinto, tapas españolas y el elenco está con el público, sobre todo en la zona preferencial, es donde se vive un momento de verdad muy lindo, abierto, de una gran experiencia que lo vuelve un teatro interactivo, moderno y vigente a pesar de ser clásico”.
Alvarado se refiere a uno de sus objetivos con esta obra: “Yo lo tomo justamente por darle más vigencia, por poder volver a poner en la vitrina a un José Zorrilla que en su momento criticaba mucho el andamiaje de un personaje como Don Juan Tenorio, que lo escribía bonito porque esa es la función del verso y si ustedes lo escuchan son textos maravillosos, incluso los más digamos oscuros suenan bien porque tienen la métrica, tienen toda esta regla que nos da el verso, sin embargo sumergiéndonos un poco más a lo que está debajo de ese texto encontramos a los personajes de carne y hueso, a los que tienen todos los defectos y virtudes de cualquier ser humano, entonces ahí está nuestro secreto para el abordaje de este nuevo Don Juan, que afortunadamente también está empezando a romper estos tabúes machistas que la época de libertinaje permitía, pues era bien visto que el hombre tuviera más experiencias con las mujeres, en los juegos, en las apuestas, en la batalla, en el pleito; hoy en día las cosas han cambiado para bien y por eso la obra presenta un fondo actual”.
Para el director, esta obra se ha “manoseado” mucho durante generaciones, lo que le ha cambiado el perfil ante el gran público “Don Juan, en el contexto original es mucho más joven que el tipo cuarentón que nos han querido vender durante muchos años, solo así se puede entender como un hombre de esa edad, menor de 40, adinerado, que pertenece a la nobleza, porque tiene un Don, hacía lo que quería; como los ‘hijos de papi’ actuales que cometen abusos y su padre con dinero los salva de la justicia con total impunidad, eso es lo que estamos retratando hoy en día que no ha pasado de moda, eso es justo lo que buscamos, que el público y sobre todo las nuevas generaciones se dan cuenta que no hemos cambiado mucho, que sí ha habido evolución pero ha sido muy lenta y no hemos llegado todavía al punto para entender cómo romper esa cadena de machismo, de impunidad y corrupción para que entremos a una sociedad mucho más digna y que este montaje entonces sí se vea como una obra de museo, bien hecha, pero que ya no tenga nada que ver con lo que está pasando”.
Noé Alvarado concluye: “Mi intención es ahora y por eso sigo empecinado, que se conserve esta obra, darle todo el valor que requiere: a los personajes, que son 27 actores en escena y ninguno ‘dobletea’, a la música en vivo, al vestuario de la época y a las costumbres de esos tiempos de mucho libertinaje, que hoy en día bajo el contexto que le estamos dando retoma un valor más importante, más creativo, justo con estas nuevas generaciones que es este machismo, misoginia e impunidad que queremos erradicar o por lo menos ponerlo en la vitrina, hacerlo consciente, de que no se puede andar por la vida matando gente, apostando mujeres, creyendo que eres bueno haciendo eso y que la gente te alabe por esos hechos no, ya ponemos los puntos sobre las íes y ese es el propósito y el plus que le hemos encontrado a esta propuesta hoy en día de Don Juan Tenorio”.
Don Juan Tenorio y el precio de la vida se presentará en el Instituto Cultural Helénico del 26 de octubre al 17 de noviembre.