Corina: El cine que en verdad merecemos los mexicanos

Por Aide Ortega

Todos le tenemos miedo a algo, quizás en menos o más medida de lo que otros le pueden temer a lo mismo que nosotros, pero de igual manera es algo que sucede, y es normal, es la respuesta de nuestro cerebro ante cualquier posible peligro, la forma en la que nos protege del mundo y eso es “bueno” pero, ¿hasta qué punto esa protección es realmente saludable para nuestras vidas?

Palabras mayores serían llegar a tener que usar la palabra fobia, un miedo intenso o irracional a algo que quizás para la mayoría no representa un verdadero peligro, pero para quien siente el temor, es una realidad, muchas veces resultado de un trauma, comportamientos aprendidos o incluso la misma estructura cerebral.

Y es uno de estos grandes miedos, que existen, pero de los que pocas veces se habla, lo que hoy nos trae aquí, ya que llega a cines “Corina”, de la directora Urzula Barba Hopfner, protagonizada por Naian González Norvind, Cristo Fernández, Mariana Giménez, Laura de Ita, Ariana Candela, entre otros. Una obra que obtuvo el galardón a Mejor Película Jalisciense el pasado FICG No.39.

Antes de seguir hablando del por qué definitivamente “Corina” tiene más que merecido este premio, hay que tener clara trama de esta obra, en donde si, conocemos a Corina, una joven de 28 años que sufre de un tipo de agorafobia, situación que la ha mantenido 20 años, prácticamente “encerrada” en un escaso perímetro de unos cuantos kilómetros más allá de su casa, que le permiten visitar únicamente una cafetería y su trabajo como correctora en una editorial, pero después de cometer un grave error en uno de los libro más importantes de la empresa, estará obligada a salir de su “lugar seguro” para intentar salvar su trabajo y el de sus compañeros.

Ahora sí, esta preciosa cinta que más allá de dar por sentado lo difícil que es vivir con un trastorno, propone e invita a los espectadores a ser empáticos, a ser valientes, incluso nos muestra que a veces solo hace falta dar un pequeño salto para cambiar el rumbo de nuestras vidas.

Una cinta a la que hay que reconocerle su belleza tanto estética, como a la historia que no recae en la tragedia, sino que encuentra el equilibrio perfecto con la comedia y la picardía, y logra darnos un cine de calidad.