A&E estrena ‘Secretos de Bunny Ranch’
A&E anuncia la expansión de su exitosa franquicia “Secretos” con el estreno, el jueves 18 de septiembre, de la serie documental “SECRETOS DE BUNNY RANCH”. A lo largo de seis episodios, la producción, parte del segmento Crime Time de A&E, se adentra en el oscuro trasfondo del Moonlite Bunny Ranch de Nevada, uno de los burdeles legales más conocidos del mundo y popularizado en la década del 2000 por la serie de HBO “Cathouse”. La docuserie ofrece un retrato sin censura del ascenso del Bunny Ranch y de otros prostíbulos dirigidos por su controvertido propietario, Dennis Hof, revelando cómo sus negocios marcaron a las mujeres que trabajaron allí y moldearon la percepción pública sobre poder, sexo y autonomía.
Tras “Secretos de Playboy”, “Secretos: los asesinatos de Chippendales”, “Secretos de Hells Angels” y “Secretos de Penthouse”, entre otras producciones de “Secretos”, A&E presenta un nuevo capítulo de la franquicia con la serie documental “SECRETOS DE BUNNY RANCH”, que recorre desde los orígenes del Moonlite Bunny Ranch bajo Dennis Hof y su expansión a otros burdeles legales en Nevada, hasta los abusos y tragedias vinculadas a estos prostíbulos, la incursión política de Hof y su muerte en 2018, dejando al descubierto un legado de violencia y control que perduró durante décadas. La serie derriba la imagen glamorosa proyectada en “Cathouse” y muestra, a través de denuncias y testimonios, cómo la coerción, el abuso, la manipulación, la explotación y el consumo de drogas marcaron la experiencia de las trabajadoras, mientras Hof era visto por algunos como un empresario que buscaba desestigmatizar la prostitución.
La docuserie de A&E reúne más de 30 entrevistas exclusivas, incluyendo las de ex empleadas de los burdeles como Shelly Dushell, Jennifer O’Kane Lawrence, Air Force Amy, Dolly Hart, Alice Little, Bekah Charleston, Diana Grandmaison, Madison Montag y Monica Monroe, quienes relatan en primera persona sus duras vivencias, y Paris Envy, quien además fue pareja de Hof hasta el día de su muerte. También participan ex trabajadores, colaboradores y técnicos de “Cathouse”, entre ellos George Ciccarone (productor), Tom Hurwitz (cinematógrafo), Robin Lance (sonidista), Jill Soble (productora coordinadora), Phillip Schopper (editor) y Ted Hayash (técnico de iluminación), quienes revelan cómo el reality construyó un relato glamoroso que encubría un ambiente de violencia. A su vez, Deanne Holliday, ex publicista y asistente personal de Hof, describe de cerca las prácticas de control, drogas y explotación, mientras que expertas en la industria del entretenimiento como Taina Bien-Aimé y Racquel Gates analizan el impacto mediático de “Cathouse” y la romantización de la prostitución en la cultura popular.
Un glamour para el afuera y una oscura realidad puertas adentro
El primer episodio introduce al público en el Moonlite Bunny Ranch y en la figura mediática de Dennis Hof, convertido en celebridad gracias a “Cathouse”. A través de los testimonios de ex trabajadoras como Shelly Dushell y Air Force Amy, se revela cómo la imagen deslumbrante y atractiva que mostraba el reality ocultaba un entorno de abuso y coerción. Shelly recuerda que llegó al burdel en 2003, tras perder su casa en un tornado, y que Hof la presionó para mantener relaciones sexuales sin preservativo en su primer encuentro: “Tenía miedo de decirle que no a Dennis. No tenía ni idea de en qué me estaba metiendo. A nadie parece importarle si violan a una prostituta”, confiesa Shelly, también estrella de “Cathouse”, sobre el que asegura que “No era un documental. Nos decían qué hacer. Todo estaba guionado”.
A su vez, colaboradores de “Cathouse” como George Ciccarone y Tom Hurwitz explican cómo el reality fue dirigido para entretener, no para documentar la realidad de las mujeres en el burdel. Y Taina Bien-Aimé, ex directora de Asuntos Comerciales de HBO y activista contra la trata de personas, sentencia que “’Cathouse’ estaba glamorizando el comercio sexual, estaba glamorizando a los proxenetas, no miraba el sufrimiento de estas mujeres que están en esos burdeles”. El episodio plantea así la distancia entre la percepción mediática y la realidad puertas adentro, marcada por violencia, manipulación y control, y cómo “Cathouse”, que alcanzó 2.6 millones de espectadores en su primera emisión, se convirtió en un poderoso gancho para captar a muchas chicas jóvenes a trabajar en el burdel.
Detrás del sueño, el horror
La serie además profundiza en la llegada de mujeres jóvenes atraídas por la promesa de fama, dinero – y a la vez libertad y seguridad-, que proyectaban tanto “Cathouse” como Hof. Ex trabajadoras como Bekah Charleston relatan cómo muchas ingresaban al Bunny Ranch con la expectativa de un estilo de vida glamoroso, pero terminaban atrapadas en un sistema de manipulación y deudas. Deanne Holliday explica que el supuesto reparto del 50% de las ganancias se diluía en gastos obligatorios para las mujeres—ropa, maquillaje, preservativos, alquiler de habitación, propinas, etcétera— que las dejaban sin dinero y sin opción real de elección. La docuserie muestra cómo detrás del discurso de empoderamiento se escondía un mecanismo de grooming, explotación y servidumbre por deudas, sostenido por la complicidad de las autoridades locales y la capacidad de Hof para presentarse públicamente como un defensor de la prostitución legal.
“SECRETOS DE BUNNY RANCH” también se enfoca en los casos individuales de abuso y violación dentro del Bunny Ranch. Jennifer O’Kane Lawrence, quien llegó al burdel buscando refugio tras un matrimonio violento, relata cómo Hof la sometió a repetidas agresiones sexuales, incluso utilizando esposas y juguetes para ejercer control, a pesar de su negativa. Ella misma realizó una denuncia por violación, que nunca fue tomada en serio por las autoridades. Otras ex trabajadoras recuerdan el control absoluto que Hof ejercía mediante amenazas, favores y sobornos a funcionarios locales, lo que les impedía denunciar o protegerse. También se documenta la relación de Hof con la estrella porno Ron Jeremy y cómo figuras externas podían aprovecharse del mismo entorno para cometer abusos.

