«Sin señas particulares», angustiosa e inquietante
Por Armando González
Tratar cinematográficamente un tema tan delicado como la violencia que azota al país, es quizá una de las razones por la que muy pocos directores se atreven a llevar historias que involucren estos desastrosos sucesos a la pantalla grande.
Sin señas particulares, ópera prima de la directora, Fernanda Valadez, es una cinta mexicana que aborda la problemática actual de muchos jóvenes que son secuestrados para obligarlos a participar en labores delictivas de grupos del crimen organizado, así como también, habla de los estragos que deja esta violencia en ellos y en sus familias directa o indirectamente.
Magdalena (Mercedes Hernández), es una madre que sufre la incertidumbre de no saber el paradero de su hijo, pues al intentar cruzar la frontera, el muchacho se perdió junto con muchos otros sin dejar rastro alguno. La duda de no saber si su hijo está vivo o muerto obliga a Magdalena a emprender un oscuro e incierto viaje en el que conocerá personas que también se han visto afectadas por esta ola delictiva.
Fernanda Valadez no pierde tiempo en contextualizar la situación que atraviesa Magdalena, sabe que el público conoce a la perfección la situación que se vive en México y ese es quizá su mejor refuerzo, a su vez, los espectadores acompañan a la pobre mujer en su terrible viaje, en el cual se topa con injusticias burocráticas e indiferencia, pero también, con personas dispuestas a ayudarla, a pesar de estar en peores situaciones, ya que el miedo igualmente se ha apoderado de ellos. Todo esto ocurre mientras la cámara presta total atención a las emociones y expresiones de Magdalena, en tanto que, en voz en off, estos individuos intentan aportar información, sin ánimos de ser precisos ni empáticos con el problema de la mujer.
La directora es sutil con lo que presenta en pantalla, no necesita reforzar la historia con diálogos extensos y profundos, mucho menos con música triste, quizá el silencio es su mejor herramienta, este predomina a través del largometraje y da paso a que la angustia se deposite en cada espectador de forma efectiva.
Y de manera irónica, la cinta goza de bellos paisajes naturales, perfectamente cuidados en cuestión de plano y encuadre, esto da vida a la cinta, vida que se ve opacada por lo terrible de la situación, la majestuosa e imponente naturaleza no es suficiente para restablecer la armonía de Magdalena, pues ella atraviesa estos lugares sin prestar atención a su alrededor, haciendo saber que nada es suficiente para aliviar su pena.
En conclusión, Sin señas particulares no pretende dar una lección de vida, su objetivo es exponer la situación delictiva de México, pero con un trato cinematográfico perfectamente trabajado y cuidado, lo que convierte la tarea de Fernanda Valadez en un gran acierto para la industria del cine en México.