Ticul, sede del Mejor Chocolate de Origen del mundo

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Mathieu Brees chocolatier belga, desde hace 20 años se empeñó en la creación de un chocolate artesanal de cuna yucateca, pues estaba convencido de que el grano de cacao de sus tierras podría crear un producto de excelencia. En su búsqueda encontró en Ticul, un municipio al sur del estado, el cacao criollo, del que hoy obtiene el chocolate más fino del país.

Recientemente, la empresa Ki’Xocolatl de Mathieu Brees ganó la medalla de oro por el Mejor Chocolate de Origen del mundo, y la medalla de bronce en la categoría De Fantasía –por una mezcla de lima y almendras caramelizadas-, que entrega la Agencia para la Valoración Agrícola de Francia, AVPA-Paris 2021, en el Concurso Internacional de Chocolates elaborados en su país de origen, donde las creaciones de la empresa Ki’Xocolatl compitió contra 180 tipos de chocolate provenientes de 40 países. Es así como hoy, Ticul suma a su magia e historia, el ser el lugar del que proviene el mejor chocolate de origen del mundo.

Ticul es una ciudad muy tranquila con muchos secretos por descubrir. En la plaza central se encuentran figuras mayas de gran tamaño como el Dios de la Guerra, la Diosa Ixchel, el Dios de la Lluvia y el Guerrero Jaguar, entre otras; las cuales son reflejo de la habilidad de sus habitantes en la alfarería con cerámica y barro, actividad económica a la que se suma la elaboración de calzado.

Y para quienes deseen tener un verdadero encuentro con la cultura maya, Ticul es un imperdible, pues forma parte de la «Ruta Puuc«, y se puede tomar como punto base para conocer los sitios arqueológicoscenoteshaciendas y otros atractivos turísticos que componen este recorrido cargado de fantásticos paisajes, historia, artesanía y gastronomía.

No todo el cacao es igual

Criollo: se usa para los productos más finos, como el hecho en Yucatán, sólo representa 10% de la producción mundial.

Forastero: muy resistente e ideal para producir barras de chocolate, más de 70% de la producción es hecha con esta planta.

Trinitario: es una mezcla del criollo y el forastero; fusiona el aroma y sabor de aquel con la resistencia de este.

Una historia milenaria

El origen del chocolate o xocoatl podría remontarse, según registros arqueológicos, a más de 3,700 años entre los pueblos prehispánicos mayas y mexicas de Mesoamérica. Considerada bebida de dioses, era servida entre las clases dirigentes, los guerreros y sacerdotes, pero incluso la semilla fue utilizada como moneda de cambio.

Antes de la llegada de los españoles el cacao se ingería mezclado con semillas de zapote y maíz, que se dosificaban en pequeñas bolitas o pastillas que después se diluían en agua caliente.

Hoy México ocupa el lugar número 11 en la producción de cacao, los países que despuntan son africanos como Costa de Marfil, Ghana, Nigeria o Camerún, los latinoamericanos Brasil y Ecuador, y los asiáticos Malasia e Indonesia.

 

Sabroso y sanísimo

El chocolate es mucho más que una delicia al paladar. Sus cualidades como antioxidante benefician el desempeño cerebral y la memoria, contiene sustancias como epicatequina –un polifenol con efecto cardioprotector–, además de vitamina B1, fósforo, calcio, teobromina, cafeína, feniletilamina, anandamida, polifenoles, lípidos y proteínas. Todo este cóctel proporciona una sensación de bienestar porque además el chocolate actúa contra el cortisol, hormona que propicia el estrés. Por si fuera poco, ayuda a fortalecer huesos y dientes, provee de energía y ayuda a crear células nuevas.

 

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