A 30 años de La panza del Tepozteco

Alfaguara Juvenil

A treinta años de distancia, una de las máximas obras de José Agustín, La panza del Tepozteco, una novela juvenil de terror y aventura, publicada en 1992, es reeditada por Alfaguara, para conmemorar el 30 aniversario de éste relato de las aventuras de un grupo de amigos dentro de una cueva donde se ocultan las deidades de la vida y la muerte de la mitología prehispánica, en donde el valor y la amistad son fuerzas fundamentales que permitirán a los protagonistas salir airosos de esta batalla.

Después de sus exitosos, Tragicomedia Mexicana I y II, José Agustín aprovecha las posibilidades del lenguaje informal de los jóvenes como un recurso literario que da frescura a los personajes y a la narración juvenil, en esta novela que se centra en un grupo de adolescentes que, durante un fin de semana en el poblado de Tepoztlán, ingresan a una caverna en la cual las antiguas divinidades del pueblo mexica esperan el regreso del dios Quetzalcóatl, día en el que podrán salir para volver a convivir de manera pacífica con el pueblo mexicano. Después de Cerca del Fuego, Agustín regresa a la novela con un mensaje indigenista, en el cual invita al lector a interesarse en la historia y cultura milenaria de sus antepasados, una invitación para conocer de forma amena la cosmovisión de la mitología mexica, de su cultura y creencias que todavía perviven en muchas de las prácticas de los pueblos en México.

En esta edición conmemorativa, la fantástica aventura que emprenden unos niños al entrar a una cueva secreta del Tepozteco celebra 30 años. Esta edición cuenta con prólogo de Francisco Hinojosa y con testimonios de Antonio Malpica, Fernanda Melchor, Emiliano Monge, Ana Romero; y los hijos de José Agustín: Agustín, Andrés y Jesús Ramírez-Bermúdez. Por si fuera poco, incluye algunos de los dibujos originales, pero en esta ocasión a color, e ilustraciones nuevas hechas por Agustín Ramírez, autor del concepto gráfico de la edición original, así como fotografías exclusivas del fotorreportero español, Kim Manresa, quien ha retratado a más de 25 Premios Nobel de Literatura alrededor del mundo.

José Agustín, nos relata acerca de las leyendas surgidas del Tepozteco, zona arqueológica situada en el estado de Morelos (México), en la que los adolescentes protagonistas realizan una excursión de fin de semana al poblado mítico, aprovechando un periodo vacacional de la escuela. Durante su visita, los adolescentes se ven inmersos en una aventura irreal y mágica, pero de vital importancia.

Guiados por un muchacho local, Pancho, amigo de Alaín, los muchachos se adentran en la cordillera del Tepozteco. Al adentrarse en ella ingresan inadvertidamente en “La panza del Tepozteco”, en donde, para su mayor sorpresa se topan con los antiguos dioses aztecas. El primero en recibirlos es Tezcatlipoca, quién toma la forma de un anciano ebrio y burlón. Posteriormente conocen a muchos de los dioses y diosas mexicas; Mictlantecuhtli, Tláloc, Huitzilopochtli, Coatlicue, Xiutecutli, Quetzalcóatl y muchos más.

Sin embargo, la diosa Coatlicue quiere sacrificar a los muchachos para evitar que revelen el secreto del Tepozteco; ella enviará a otros dioses y ánimas a capturar a los chicos, pero otros dioses, que se oponen al sacrificio, protegerán a los muchachos. Durante la huida, los chicos se adentran en un sinfín de habitaciones y jardines mágicos, donde el espíritu del México prehispánico vive latente.