Lograr un autocuidado efectivo de la diabetes: propósito de año nuevo

Al inicio de cada año, es tradición plantearnos propósitos por cumplir y deseos por alcanzar ante las 365 nuevas oportunidades que se nos presentan, y por supuesto, la salud es uno de los más importantes. Cuando se vive con diabetes, esto adquiere mayor prioridad ya que implica una serie de retos y acciones para mantener la glucosa en sangre bajo control.

La única manera de lograr esto de manera eficiente y cotidiana es por medio de la educación en diabetes, para que cada paciente sea capaz de tomar decisiones saludables en su día a día. Esto es el autocuidado efectivo: que cada paciente se haga responsable de su condición conociendo sobre el tema, claro, con el apoyo de su médico tratante y equipo de profesionales de la salud.

Así lo explica Arlette Ramírez, educadora en diabetes de Ultra-Fine: “El automanejo de la diabetes es esencial para que los pacientes puedan convivir con ella de la forma más sana posible. Al ser una condición crónica y degenerativa, es necesario evitar complicaciones para mantener una buena calidad de vida, por lo que se convierte en una invitación para adoptar un estilo de vida saludable de manera permanente”.

El objetivo de la educación en diabetes es empoderar al paciente de su condición brindándole conocimientos y herramientas suficientes para que sea autosufiente en su autocuidado, llegando a mantener estos comportamientos a lo largo de su vida que lo lleven a una salud óptima. “Es necesario comenzar desde el diágnostico en adelante, actualizándose como vaya evolucionando la enfermedad, lo que se llega a dominar con disciplina, paciencia y constancia”, agrega Ramírez.

Algunos puntos importantes que abarca la educación en diabetes para fomentar el autocuidado efectivo son:

• El acompañamiento de médicos y equipo de profesionales de la salud. Al ser un padecimiento mutlifactorial, esto puede incluir educadores en diabetes, endocrinólogos, nutriólogos, oftalmólogos, angiólogos, etc.
• Monitoreo de glucosa frecuentes. La evidencia que otorga es fundamental para conocer el comportamiento de la glucosa. Saber hacerlo y en qué momento hacerlo ayuda en la toma de decisiones responsables.
• Tratamiento farmacológico. Es necesario saber qué medicamentos orales tomar, la dosis y el horario para hacerlo, lo mismo si ya se utiliza insulina. En estos casos, hay que dominar una técnica de inyección correcta, que implica aspectos como utilizar agujas ultra finas, rotar los sitios de aplicación y no reusar las agujas, entre otros lineamientos.
• Alimentación balanceada. No hay alimentos prohibidos, sino cantidades adecuadas. Con una guía y organización adecuada, se pude decidir qué comer diariamente de forma equilibrada, deliciosa y saludable.
• Evitar el sedentarismo es clave para que la insulina funcione mejor (la propia y la que se administra), para lograr/mantener un peso saludable, entre otros beneficios. No es necesario agotarse en un gimnasio, por eso la importancia de una guía sobre qué activación física conviene a cada caso.
• Manejo de emociones. Si no se atiende oportunamente, puede llevar al paciente a abandonar su tratamiento o a tomar decisiones poco recomendables. Además, emociones como estrés, enojo, tristeza o ansiedad, elevan los niveles de glucosa por su de por sí comportamiento fluctuante.

Los parámetros generales de niveles de glucosa en sangre deseados son:

• Para personas sin diabetes: menos que 100 mg/dl antes de las comidas, menos que 140 mg/dl una o dos horas después de empezar una comida y menos que 5.7% durante un período de 3 meses (hemoglobina glucosilada).
• Para personas con diabetes: de 80 a 130 mg/dl antes de las comidas, menos que 180 mg/dl una o dos horas después de empezar una comida y menos que 7% durante un período de 3 meses (hemoglobina glucosilada).

Estos parámetros son solo una guía general. Los rangos considerados “metas” se individualizan para cada paciente de acuerdo con sus características y necesidades bajo supervisión médica. Se pretende que cada paciente se apegue a sus propias cifras meta lo más posible para conservar su salud glucémica.

“No existen dos casos de diabetes iguales. Aunque puede llegar a ser un estilo de vida demandante, es una inversión a largo plazo para vivir con salud y tranquilidad. Las personas que se empeñan por perfeccionar su autocuidado recibirán el año nuevo de la manera más saludable. Nunca es tarde para tomar acción, y es igual de importante mantenerlo a lo largo de su vida”, concluye Ramírez.