Romper el Círculo: Una premisa perfecta convertida en un historia cliché
Por Reen Ortega
El empoderamiento femenino ha sido uno de los temas más sonados aquí y en China en la última década, siendo el ejemplo más claro las marchas feministas en todas partes del mundo que exigen se haga justicia por los actos de odio, y que la promesa de la equidad y el trato digno para todas se vuelva una realidad en cualquier parte a la que vayan.
Esta realidad es una de aquella que logra inspirar películas, libros, series, etc. Historias de mujeres poderosas dispuestas a salirse de los estándares establecidos, quienes ya no están dispuestas a permitir la violencia ni una vez más y demostrar que ni un hombre, su cocina o sus hijos son lo que las definen.
Y una de estos proyectos es Romper el Círculo (It Ends with Us) del director Justin Baldoni, basada en la novela del mismo nombre de Collen Hoover. En esta cinta conoceremos a Lily Bloom, con un trauma aún sin sanar, que está dispuesta a realizar el sueño de toda su vida; abrir su propia florería. Es al comienzo de dicha aventura que conocerá a Ryle, con quien iniciará una relación y que con el tiempo solo repetirá el mismo patrón de sus padres.
Lamentablemente, y a pesar de ser una premisa maravillosa en la cual se invita a la reflexión, esta cinta termina convirtiéndose en el típico cliché romántico en el que a pesar de que se logra romper el patrón de la violencia, la protagonista no puede estar sin una pareja, poniendo como un todo el amor romántico, más allá de ese mensaje de amor propio por el que se podría desenvolver, y es que claro la soltería no vende.
Si bien las actuaciones de Blake Lively (Lily Bloom), Justin Baldoni (Ryle Kincaid) y Brandon Sklenar (Atlas Corrigan) son sumamente sensuales y conmovedoras, la película no llega a ser más que el típico romance que no reflexiona, quedando estancado en el ciclo.