El macho derrotado por el amor verdadero en Don Juan Tenorio y el precio es la vida
Más allá de ser una obra clásica tradicional de la temporada de muertos, Don Juan Tenorio y el precio es la vida, muestra una vigencia asombrosa en temas como el machismo y la violencia de género, pero además el triunfo final del amor femenino sobre el arrepentido galán.
Sobre los personajes hablan sus intérpretes: Diego Sánchez Thomé, “Afortunadamente el director Noé Alvarado me dio la oportunidad de personificar un Don Juan joven, empecé a los 29 años y es mi séptima temporada, lo que representó un reto para mí teniendo como referencia a grandes actores, como Gonzalo Correa y Gonzalo Vega, que lo interpretaron con mayor edad durante muchos años; esto lo siento como una herencia que se me ha dado ahora y queremos aprovecharla para dar una vuelta de tuerca refrescando el espectáculo, pero siempre manteniendo el clásico, el verso y toda su estructura con un Tenorio joven, como lo propuso el mismo autor José Zorrilla”.
Jorge Arizmendi Garibay, es Don Luis Mejía, rival en amores de Don Juan Tenorio: “Pienso que la vigencia del Tenorio es muestra de muchísimas cosas que como sociedad siguen ocurriendo y es importante ponerlo como se mostraba en aquel entonces, sin ningún tapujo y sin miedo a que la gente nos censure o que diga que es una puesta en escena machista, sino realmente reflejar cómo a través del tiempo esta violencia y en específico la violencia de género sigue existiendo; pero en la parte del amor, para mí incluso es conmovedor, me llena de nostalgia el poder ver cómo un hombre puede recoger sus sentimientos y darse cuenta que puede estar muy equivocado con respecto a lo que piensa acerca de las mujeres y luego arrepentirse y querer reconquistar a una dama muy a la antigua, dando la vida, buscando el honor y querer recuperar ese sentimiento de amor para sí mismo y podérselo entregar a ella”.
Sánchez Thomé apuesta por integrar el poema dramático de Zorrilla en la actualidad: “Mi aportación va hacia el contexto, la contemporaneidad, la mente que traemos ahora los jóvenes y cómo realmente lo machamos, cómo lo traemos a la actualidad y lo comprendemos, porque se ha perdido la parte clásica, a partir de la formalidad que antes se actuaba el verso y ahora lo que intentamos y logramos hacer es humanizar el verso, llevar a los personajes realmente a una parte más humana, porque la gente ya no se sorprende, ahora lo que queremos es ver humanos en escena, entonces creo que eso es lo más importante y de lo que puedo aportar como actor es llevar al Don Juan Tenorio al lugar más humano posible a través del amor que nunca pierde vigencia”.
Por su parte, Arizmendi Garibay revela su afinidad con Don Luis Mejía: “Mi personaje me ha enseñado primero que nada a no calentarme, creo que es muy importante no estar furioso para resolver las cosas, eso es de lo mejor que he recogido de la obra, ser templado porque con la violencia solo se genera más violencia, sin duda y que si uno quiere un amor, lo peor que uno puede hacer es generar más violencia.
Para mí es un placer ver el rostro de los asistentes, ver cómo de alguna manera se queda algo en ellos, un honor y me debo al teatro, agradezco muchísimo poder estar en un espacio como este interpretando a Don Luis Mejía por séptimo año”, concluyó.
El Claustro románico y la Capilla Gótica del Instituto Cultural Helénico son los espacios ideales para transportar al público a los escenarios del siglo XVI donde se desarrolla esta historia de amor.
Don Juan Tenorio y el precio es la vida.
Instituto Cultural Helénico.
Av. Revolución 1500. San Ángel.
Viernes y sábados 19:00 horas
Domingos 18:00 Horas.