Disco Bahía conquista el Lunario del Auditorio Nacional con calidez y sensualidad.
El pasado miércoles, alrededor de las 8:30 p.m., la agrupación originaria de León, Guanajuato, dio un concierto para presentar su álbum debut Paradisco ante un Lunario del Auditorio Nacional con entradas agotadas. Su disco explora el disco-pop, el dance y el new wave, fusionando influencias del pop francés con un toque fresco, cálido y sensual que invita a bailar y disfrutar cada nota. Este sonido único se vuelve aún más cautivador gracias a el saxofón y otros instrumentos que se entrelazan para darle un ritmo romántico característico de la Riviera Francesa
La noche comenzó con la presentación de Solo Fernández, quien preparó al público con una atmósfera electro dance cargada de sintetizadores, llevándonos a un viaje de baile al estilo de una discoteca ochentera futurista. Esta atmósfera cobró vida cuando Disco Bahía subió al escenario para dar inicio a su espectáculo.
El concierto abrió con temas como Pacífico, Acuario y Nostalgia, y desde el primer instante se percibió la energía y emoción del público, cautivado por cada movimiento de María Torres, vocalista de la agrupación, quien demostró grandes dotes como show-woman, manteniendo a los fans cautivados durante toda la presentación.
Hubo momentos mágicos que marcaron la noche, como el que se vivió durante Pacífico, un tema de su segundo EP que ya acumula más de 11 millones de reproducciones en Spotify. La voz de María se fundía con los coros del público, mientras el saxofón y la guitarra se mezclaban con sus hipnóticos teclados, creando una atmósfera romántica y cálida que transportaba a los asistentes a una bahía paradisíaca, siempre sobre el distintivo y pegajoso ritmo dance de la banda.
Otro de los momentos destacados del concierto fue Fama Mundial, cuando Santiago, vocalista de Little Jesus, subió al escenario para interpretar esta canción, siendo uno de los pocos invitados de la noche, algo que el público valoró con entusiasmo.
Aunque Disco Bahía fue la estrella indiscutible de la noche, otro momento especial llegó cuando María deslumbró con una nota prolongada y armoniosa en una de las canciones, mostrando el talento vocal que añade un brillo especial a la propuesta musical de la banda.
Casi al final de la velada, en un ambiente de energía e íntima cercanía que fluía a través de cada instrumento tocado por Pablo, Luisber y Antonio, integrantes de la banda, cerraron el show con Paradisco, el tema que da nombre al álbum. Fue entonces cuando María bajó a cantar entre el público, invitándolos a agacharse y, de un salto, elevar la energía para cerrar la noche con broche de oro. La emoción retumbó en el Lunario, y quedó claro: quién no ha presenciado un show de Disco Bahía, no debe perderse la oportunidad de vivir esta experiencia.